-
La “Pedagogía Científica”: María Montessori (1870-1952)
El núcleo de la pedagogía montessoriana consiste en concebir esencialmente la educación como autoeducación, lo que quiere decir que es un proceso espontaneo donde el niño por medio de la observación y la experimentación individual de actividades con materiales de desarrollo absorbe la información y adquiere los conocimientos, es fundamental proporcionar al niño un ambiente libre de obstáculos y materiales apropiados. -
La “Pedagogía Científica”: Ovide Decroly (1871-1932)
Las bases del método Decroly son respetar la aptitud del niño a apoderarse globalmente de los sectores de experiencia que le suscitan un interés efectivo; organizar todas las actividades escolares en torno a “centros de interés” propios para cada edad; articular las actividades mismas en actividades de observación, de asociación y de expresión, con referencia en todos los casos a lo que constituye objeto actual de interés. -
Eduardo Claparéde (1873-1940) y la Escuela de Ginebra.
Claparède no quería proclamar una verdad pedagógica original que otros tuvieran que aceptar; su objetivo principal era una innovación más simple y modesta y revolucionaria que era promover en los educadores “el espíritu científico, es decir, la aptitud de maravillarse ante los hechos cotidianos de su vida profesional, y el deseo de interrogar a esos tratando de obtener una respuesta mediante la observación metódica y la experimentación”. -
La pedagogía social en Francia y la obra de Freinet.
El pensamiento pedagógico francés queda profundamente radicado en la tendencia a cultivar en la educación el aspecto social.
para Freinet la actividad natural del niño se desenvuelve en el grupo, es cooperativa. La técnica fundamental que ha dado inicialmente su nombre al movimiento en Francia y otros países es la de la “tipografía en la escuela” -
Anton Makarenko (1888-1939) y la escuela soviética
El principio fundamental de Makarenko es que para educar hay que exigir mucho, no tanto de nosotros mismos cuanto de los educandos, lo que supone la aplicación de una sólida disciplina y una actividad intensa no carente de esfuerzo. No pretende negar el derecho del niño a la felicidad, pero cree que cualquier niño y que cualquier muchacho, extraviado o normal, no puede ser feliz sino en un ambiente social donde puedan afirmar en igualdad de condiciones su iniciativa y su espíritu de solidaridad.
