eventos históricos de la pedagogía

  • 75 BCE

    Pedagogía del judaísmo y el cristianismo

    El judaísmo en vista de contribuir para enriquecer sus conocimientos puede ser considerado una profundización de la antropología y de la doctrina del viejo testamento. Pude comprender que para los judíos, cuando se habla de pedagogía, los primeros educadores en esta época fueron los profetas, quienes instruían en el núcleo de la sociedad es decir en la familia e infundían un profundo sentimiento religioso que reunía y sublimaba en si los efectos familiares
  • Pedagogía según Rousseau

    Si hablamos de Rousseau fue cuando la pedagogía alcanzó su mayor apogeo y pudo ser vista como un abordaje completamente nuevo. Rousseau siempre refiriéndose a grandes predecesores pero principalmente a platón. También surge un libro el cual fue su principal obra pedagógica “Emilio o sobre la naturaleza” donde por primera vez tematiza la educación como un objeto propio. Este libro describe la visión de una educación bien sucedida, como nunca hubo y nunca habrá.
  • Pedagogía según Johann Heinrich Pestalozzi

    Pestalozzi fue uno de los primeros en sentirse atraído por la figura de la luz de Rousseau. Fue un escritor y educador suizo, siempre buscó dar continuidad práctica a la pedagogía de la esperanza anunciada por Rousseau.
    El trabajar con los niños siempre le pareció un camino adecuado para equilibrar la imposición y la libertad.
  • Pedagogía según Johann Friedrich Herbart

    Herbart sintió más que Kant la necesidad de una ciencia profesional pedagógica para educadores y futuros profesores.
    En la opinión de Herbart, el niño viene al mundo sin voluntades y libre de cualquier comportamiento moral, antes que el niño forme una voluntad capaz de tomar decisiones se desarrolla en él una intempestividad que lo lleva para un lado o para el otro “el principio del desorden” Desde el punto de vista de la historia de los defectos, está claro que esa teoría de la educación ética
  • Pedagogía según Benedetto Croce

    Benedetto, siguiendo las ideas de Rousseau logró distinguir entre buenos y malos alumnos. Expuso que los malos alumnos maquillan a sus maestros y producen sus ideas y pensamientos.
    Unos, con una marca positiva, o sea por la mera repetición, otros con una marca negativa, o sea, por el rechazo rebelde.
    Los buenos alumnos se destacan por retomar los problemas del maestro bajo una nueva luz, analizando bajo otro ángulo y se dedican especialmente a las cuestiones que él no supo responder.