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Infanticidio(antigüedad-siglo IV)
En el siglo IV no se le daba importancia a la vida de los niños, sus padres los asesinaban y no se les juzgaba por ello. -
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Primer sentimiento
En la Edad Media, y durante mucho más tiempo en las clases populares, los niños vivían mezclados con los adultos, desde que se les consideraba capaces de desenvolverse sin ayuda de las madres o nodrizas, pocos años después de un tardío destete, aproximadamente a partir de los siete años. Desde ese momento, los niños entraban de golpe en la gran comunidad de los hombres y compartían con sus amigos, jóvenes o viejos, los trabajos y los juegos cotidianos. -
Dec 24, 1300
Abandono : Siglo IV-XIII
Durante los siglos IV - XII se comenzó a darle valor a la vida de un niño por lo que el infanticidio disminuyó ,entonces el padre debía sostenerlo de lo contrario era abandonado entregándolo al ama de cría, internándolo en el monasterio o en el convento, cediéndolo a otras familias de adopción, enviándolo a casa de otros nobles como criado o como rehén o manteniéndolo en el hogar en una situación de grave abandono afectivo. -
Dec 24, 1400
Ambivalencia (siglo XIV-XVII)
Los niños comienzan a ser parte de la vida afectuosa de sus padres pero aun siguen siendo recipiente de proyecciones peligrosas. Se considera que es necesario moldearlos . -
Intrusión (Siglo XVIII)
se empiezan a construir las bases para una relación empatica y se transmite la idea de cuidad a los niños mediante el control de su mente. -
Unión Internacional de Socorros de los Niños
Luego de la primera guerra los niños simbolizan una señal de socorro y se les dio mayor importancia. -
Socialización (Siglo XIX- mediados del XX)
Desaparece la idea de controlar su mente y surge la meta de enseñarles como socializarse y adaptarse. -
Ayuda (comienza a mediados del siglo XX)
en esta fase surge la idea de que los niños saben mejor que los padres que es lo que necesitan en las etapas de su vida esto implica la participación de ambos padres en el desarrollo de la vida del niño, esforzándose por empatizar con él y satisfacer sus necesidades peculiares y crecientes.