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Historia de la Política

  • 4000 BCE

    Edad Antigua

    Edad Antigua
    Las sociedades del antiguo Oriente consideraban que sus instituciones tenían un origen divino porque ha­bían sido instituidas por dioses. A este elemento se agregaba la importancia de la agricultura como principal acti­vidad económica, lo que permitió que sobre esta se establecieran mecanis­mos de control político. De esta forma se llegó a identificar la religión con el orden social, econó­mico y político.
  • 470 BCE

    Sócrates

    Sócrates
    Sócrates creía que "los ideales pertenecen a un mundo que sólo el hombre sabio puede entender", haciendo del filósofo el único tipo de persona adecuada para gobernar a otros. En el diálogo de Platón, la República, Sócrates se oponía abiertamente a la democracia que dirigía Atenas durante su vida adulta. Según él la democracia ateniense no se encontraba a la altura de un gobierno ideal representado por un perfecto régimen dirigido por filósofos.
  • 384 BCE

    Aristóteles

    Aristóteles
    Aristóteles sostenía que el mejor gobierno era el que tenía su fundamento social en una gran clase media, porque esta goberna­ba los intereses de todos.
    La política no era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino más bien de un examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos reales. La Política es la principal obra en la que se encuentran sus doctrinas políticas.
  • 427

    Platón

    Platón
    Para Platón la socie­dad debía estar conformada por:
    • Los gobernantes, quienes de­bían fundar su superioridad en el saber.
    • Los guardianes, quienes debían defender al Estado de los posi­bles ataques exteriores.
    • El pueblo, cuya misión era man­tener económicamente a las otras dos clases.
  • 476

    Edad Medieval

    Edad Medieval
    El feudalismo fue el sistema de organización política, social y económica preponderante en la Edad Media. Con el feudalismo, se creó un nuevo sistema que permitió el equilibrio y la ayuda mutua entre la realeza y la nobleza, dando lugar a un nuevo reparto de poder y riquezas. El modo en el que lo desarrollaron fue el vasallaje, subordinación de los segundos respecto a los primeros.
  • 843

    Tratado de Verdún

    La máxima expresión de esta descomposición, fue el tratado de Verdún que en el año 843, divide los territorios entre varios hermanos, acabando con la unidad del mundo occidental que había visto en Carlomagno su último gran emperador. Si algo sobrevivió a la disgregación política, fue la Iglesia. Tomando la antorcha romana, se instauró como la única institución que unió a todos los pueblos europeos.
  • 1225

    Santo Tomás de Aquino

    Para santo Tomás habían tres tipos de leyes: humana, natural y divina, donde la última se sobreponía a las anteriores. Su obra influyó en el desarrollo de la teoría política hasta el siglo XVI.
  • 1400

    Papado

    Papado
    Durante siglos el Papado estuvo convencido del predominio divino sobre el poder temporal, el político, hecho que no admitía el último. Por ello, en ese tiempo, existió un enfrentamiento entre los dos poderes universales, surgiendo la teoría de las dos espadas, es decir, el símbolo del poder espiritual y el temporal. Ambos poderes estuvieron hasta el siglo XI, momento de una profunda reforma en la Iglesia, unidos en manos del Papa, el máximo exponente del poder divino en la Tierra.
  • 1400

    Felipe IV de Francia

    Emprendió guerras contra los grandes señores, hasta que logró someter sus feudos. Así mismo, instaló la sede del pa­pado en Avignon, Francia, lo que le permitió consolidar su poder. Esta política se fortaleció durante el siglo XV, especialmente después de la guerra de casi 100 años que sos­tuvo con Inglaterra, región que tam­bién consolidaría la formación de su propio Estado.
  • 1401

    Edad Moderna

    Edad Moderna
    La historia de la organización social y política en la Edad Moderna se ha descrito con el concepto de “Estado Moderno”, entendido éste como el desarrollo de una administración, una justicia y un ejército en manos de un monarca. Tradicionalmente se ha considerado como la vía con la que se llega a la centralización que aboca en el absolutismo en el siglo XVII y en el despotismo ilustrado del siglo XVIII.
  • 1466

    Erasmo de Rotterdam

    Pretende la moralización de la vida política, esto es, que la política quede subordinada a la ética cristiana. Personaliza la política en la figura del príncipe, propia de la época, y centra su reflexión en la formación y en el ejercicio del poder dentro de los límites definidos por la moral cristiana
  • 1469

    Nicolás Maquiavelo

    Separó la política de la moral y la presentó como una cien­cia autónoma con una ética propia. Para Maquiavelo el fin de la política es el poder y para conse­guirlo se deben aplicar los medios apropiados, que no siempre coin­ciden con la moral cristiana. El prín­cipe debe regirse por el principio de la supervivencia, adquisición y conservación del poder, y atender exclusivamente a la conservación del Estado, porque este es la única garantía de paz y orden entre los individuos.
  • 1478

    Tomás Moro

    Una de sus obras más relevantes fue “Utopía” (1516), en la que proponía una organización racional de la sociedad, de base comunal, que se situaba en una isla imaginaria del mismo nombre que el título, en ella establece las normas que regirían la sociedad ideal entre las que se hallaban la enseñanza universal, la libertad religiosa y la subordinación de todo interés individual al beneficio común. Todos sus escritos buscan educar al hombre y alumbrar una sociedad nueva.
  • 1488

    Martín Lutero

    Los escritos de Martín Lutero, que denuncian el abuso del poder tiránico y despótico del papado al pueblo europeo, dejando así, un movimiento reformador que pone a convulsionar la autoridad de la iglesia católica en el siglo XVI. De esta forma, además de las evidentes repercusiones teológicas, representó, asimismo, una completa revolución política.
  • 1530

    Jean Bodin

    Para este autor la soberanía del Estado se traduce en poder absoluto y perpetuo en cabeza del gobernante, quien debe asegurar la supervivencia del Es­tado. Para él, era preferible la tira­nía a la anarquía. Propuso como forma de gobierno una monarquía legítima en la que los súbditos obe­decieran las leyes del monarca y el monarca las leyes naturales.
  • Edad Contemporánea

    Edad Contemporánea
    Los antecedentes inmediatos a la Re­volución francesa se encuentran en las ideas de progreso que difundió la Ilustración y en el crecimiento de una burguesía económicamente poderosa y descontenta debido a su marginamiento en las decisiones políticas. Esta situación llevó a que se levantara en contra de los regímenes absolutis­tas europeos.
  • El rey Luis XVI: Intentó disolver la Asamblea Constituyente, lo cual dio lugar, en julio de 1789, a la culmina­ción de la revolución.

    El rey Luis XVI: Intentó disolver la Asamblea Constituyente, lo cual dio lugar, en julio de 1789, a la culmina­ción de la revolución.
    La Asamblea continuó sus trabajos y adoptó cua­tro medidas: proclamó la igualdad de todos los ciudadanos; aprobó la declara­ción de los Derechos del Hombre y el Ciudadano; aprobó la Constitución Civil del Clero y aprobó la Constitución de 1791, en la que se proclamaba la soberanía nacional, la división de poderes y el derecho al voto. Con estas medidas nació una nueva forma de concebir el poder, la política y el Estado.
  • El ideario político

    El fundamento se basaba en tres palabras: libertad, representatividad y democracia, las cuales eran los nuevos ideales que recorrían el continente. El impacto de estas tres palabras se entiende desde la necesi­dad que tenían los burgueses de opo­nerse a lo que se conocía como Antiguo Régimen, es decir, el con­junto de las condiciones políticas, económicas y sociales generadas por las monarquías absolutistas.
  • Georg Wilhelm Friedrich Hegel

    Georg Wilhelm Friedrich Hegel
    Según Hegel, como cada individuo busca su pro­pio interés, era necesario que este fuera miembro del Estado, al cual se debía subordinar como a Dios. Esta concepción mística del Estado implicaba una subordinación total del hombre y de la sociedad, por lo que fue retomada por varios pen­sadores y políticos de regímenes totalitarios.
  • El liberalismo, el nacionalismo y el Estado nacional

    El liberalismo, el nacionalismo y el Estado nacional
    La última etapa de la Revolución fran­cesa se desarrolló con el movimiento de 1848, en el cual los liberales y na­cionalistas, acompañados en esta ocasión de los obreros surgidos de la industrialización, se levantaron con­tra la monarquía. Este movimiento iniciado en Francia se extendió por los países de la Europa mediterránea y central, principalmente Italia, los Es­tados alemanes, Austria y Suiza.
  • Fundación de estados

    Uno de los efectos más importantes de la revolución del 48 y del creciente liberalismo, fue la necesidad de la burguesía de fundar Estados sobre una base na­cional, es decir, con un pasado his­tórico, una lengua y una cultura común. Esto motivó los movimien­tos nacionalistas en contra de los sectores dominantes
  • El liberalismo

    Se entendió como una fi­losofía del progreso, pero en el siglo XIX se fragmentó en varias ideologías distintas, entre las cuales se distin­guieron:
    El liberalismo económico. consideraba dos principios fundamentales: riqueza y propiedad.
    Político. Se oponía al despotismo. Era el fundamento doctrinal del gobierno representa­tivo y de la democracia parlamen­taria.
    Intelectual. Se carac­terizó por un espíritu de tolerancia y de conciliación.
  • La revolución industrial siglo XIX

    En torno a la segunda mitad del siglo se va a producir un cambio de mentalidad que llevará al liberalismo doctrinario a progresar hacia la democracia, que se empezará a consolidar a partir de 1870. Las revoluciones del 48 incluyeron al pueblo como protagonista (es la llamada “Primavera de los Pueblos) y se empezaron a manejar conceptos de sufragio universal directo y mayor avance en las libertades individuales (de prensa, de expresión, etc.).
  • Principales ideologías del socialismo

    Cuando pareció que el liberalismo estaba asentado, a raíz del avance de la Revolución Industrial y de las desigualdades sociales que ésta generó, surgió el movimiento obrero, que se situó fuera del sistema constitucional establecido por su margen izquierda. Así surgieron como ideologías principales el socialismo (Marx y Engels) y el anarquismo (Bakunin).