filósofos

  • 1126

    Averroes

    Averroes
    La noética de Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario, parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas. Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres perecederos.
  • 1138

    Maimóndes

    Maimóndes
    En su juventud escribió poesías religiosas y una epístola en árabe. Sobre sus conocimientos en medicina escribió un buen número de tratados, como el que dedicó al sultán Saladino, el Tratado sobre los venenos y sus antídotos el año 1199, al hijo del sultán, Al-Fadl, Guía de la buena salud y la Explicación de las alteraciones.
  • 1214

    Roger Bacon

    Roger Bacon
    Su mayor aporte a la ciencia fue haber defendido arduamente en la plena Edad Media el método experimental para el conocimiento.
  • 1274

    Tomas de Aquino

    Tomas de Aquino
    Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus tres síntesis teológicas o Summas: Summa Theologiae, Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre es teológico, su obra abarca igualmente comentarios de obras filosóficas, polémicas o litúrgicas
  • 1285

    Guillermo de Ockham

    Guillermo de Ockham
    Ockham ha sido llamado «el mayor nominalista que jamás vivió» y tanto él como Duns Scoto, su homólogo en el bando realista, han sido considerados por algunos como las dos «mentes especulativas más grandes de la Edad Media» entre los pensadores pertenecientes a la escuela franciscana.
  • 1448

    Nicolás de Cusa

    Nicolás de Cusa
    Todo conocimiento va desde lo conocido a lo desconocido mediante el establecimiento de proporcionalidades. No existe proporción perfecta entre la cosa conocida y nuestro conocimiento de ella ni, en general, entre lo medido y la medida. Dios es ratio essendi y ratio cognoscendi de toda la realidad; de modo que en cualquier investigación filosófica tiene por horizonte a Dios. No hay pregunta ni ente que no suponga necesariamente a Dios como su principio.