Mejores anime largos

HISTORIA SOBRE LA INDUSTRIA DEL ANIME

  • ORIGEN DEL ANIME EN JAPON

    ORIGEN DEL ANIME EN JAPON
    En Japón,
    particularmente, en la etapa posterior a la II Guerra Mundial, se desarrolló una industria cultural
    alrededor de esta manifestación que ha alcanzado considerable influencia en ese país y en otras
    regiones del mundo, donde ha llegado a originar subculturas urbanas. El gobierno nipón, consciente
    de la popularidad de este producto audiovisual, ha intentado instrumentalizarlo para dinamizar la
    economía y mejorar su imagen país, sobre todo en Asia.
  • PRIMERA MANIFESTACION DEL ANIME

    PRIMERA MANIFESTACION DEL ANIME
    la compañía Tennenshoku Katsudō Shashin (Tenkatsu) quien produce la primera manifestación significativa, al encargar en 1916 al dibujante de manga Ōten Shimokawa una película del género. En aquella época no existía documentación en Japón sobre las técnicas de animación, por lo que la tarea de Shimokawa no fue fácil. No obstante, consiguió realizar el que se considera el primer filme de animación japonesa
  • Mitsuyo Seo

    Mitsuyo Seo
    , Mitsuyo Seo es contratado por los estudios de Kenzō Masaoka. Seo era un dibujante que destacó pronto por la gran rapidez con que realizaba su trabajo, que fue decisiva en la anteriormente citada Chikara to onna no yo no naka. Seo, que aprendió la técnica de sonorización de Masaoka, pronto se independizó. Su primera película fue Osaru no Sankichi bokusen literalmente Sankichi el mono. Defensa antiaérea, 1933, que recibió muy buenas críticas.
  • Primera obra: Osamu Tezuka

    Primera obra: Osamu Tezuka
    Su primera obra, de carácter experimental, es Aru machikado no monogatari literalmente Historia de un rincón de la calle, 1962. Con un trasfondo antimilitarista, los protagonistas son las paredes de una ciudad, testigos de una apasionada historia de amor entre el póster de un violinista y el póster de una pianista, romance que será interrumpido continuamente por los pósteres de un dictador. Con una duración de 39 minutos y un tono poético
  • Momotarō, dios de las olas

    Momotarō, dios de las olas
    es el primer largometraje de anime con audio y voces realizado en Japón en 1944 dirigido por Mitsuyo Seo (瀬尾光世, Seo Mitsuyo), a quien se le encargó la creación de una película de propaganda para el apoyo del bando japonés en la Segunda Guerra Mundial, encargo hecho por el Ministerio de Marina de Japón. La empresa cinematográfica Shochiku realizó la película de 74 minutos en 1944
  • Toei Doga

    Toei Doga
    nació la mayor productora de cine de animación de Japón, Toei. Hiroshi Okawa, presidente de la productora, se fijó en sus viajes al extranjero en el cine de dibujos animados estadounidense, y decidió poner los medios necesarios para el crecimiento en calidad del género en Japón hasta hacerlo exportable y competitivo. Hasta entonces, los productores japoneses de cine de animación contaban con instalaciones muy pobres y equipos reducidos
  • Osamu Tezuka

    Osamu Tezuka
    fue también una figura clave. Era un estudiante de medicina que se vio obligado a trabajar en las fábricas durante la guerra. En abril de 1945, un día que descansaba de la fábrica, vio la película de Mitsuyo Seo Momotarō, mi no shinpei Momotarō, dios de las olas, 1943 que, según lo que anotó en su diario, le dejó impresionado hasta el punto de prometerse realizar algún día su propia película de dibujos.
  • Series para televisión

    Series para televisión
    La siguiente realización de Mushi Production fue una serie para la pequeña pantalla. La televisión comenzó sus emisiones en Japón en 1953, y las primeras muestras de animación que se televisaron procedían de Estados Unidos, con gran popularidad entre el público infantil. Toei Doga también se planteó la posibilidad de crear series de dibujos para la televisión
  • Tadahito Mochinaga

    Tadahito Mochinaga
    fue el primero en producir animación basada en el bunraku, y enseñó esta técnica para el cine de animación a los realizadores chinos. Mochinaga, discípulo de Mitsuyo Seo, había sido encargado de realizar películas en China durante la guerra, y permaneció allí hasta 1955. Al regresar a Japón formó la Ningyo Eiga Seisakusha, dedicada al cine de marionetas y que ofreció nueve títulos, de los cuales destacan Uriko-hime to amanojaku literalmente La princesa Uriko y el diablo rabioso
  • Disney de Oriente

    Disney de Oriente
    Okawa, al son de su lema favorito, «tenemos que convertirnos en la Disney de Oriente», construyó unos estudios de tres plantas con todas las facilidades modernas, y puso al frente de estos a Yamamoto como máximo responsable. Su primer y espectacular trabajo fue Hakujaden La leyenda de la serpiente blanca, 1958, superproducción de 78 minutos en la que trabajaron 109 personas y que se convirtió en el primer largometraje en color del cine de animación japonés.
  • Astroboy

    Astroboy
    El tema elegido fue el personaje de manga que el propio Tezuka había creado para aparecer periódicamente en una revista shōnen, el robot Tetsuwan Atomu, conocido en occidente como Astroboy. El laborioso trabajo que suponía hacer cuatro entregas mensuales se llevó a cabo por el sistema de animación limitada, que empleaba la menor cantidad posible de celuloide. En enero de 1963 se empieza a emitir la serie, que se ganó enseguida la aceptación infantil, llegando hasta un tercio de la audiencia.
  • Los robots gigantes

    Los robots gigantes
    En la década de los 60 comenzó el tema de los robots gigantes con el anime en blanco y negro Tetsujin 28-gō exportada como Gigantor, de la productora Tele-Cartoon Japan Eiken en la actualidad, basado en el manga homónimo de Mitsuteru Yokoyama. Sin embargo, no fue hasta principios de los años 70 cuando comenzó el auge de las series de robots gigantes con a Mazinger Z
  • El formato OVA

    El formato OVA
    El formato OVA (Original Video Animation) tuvo su punto álgido a comienzos de la década de los 80. Se trata de producciones lanzadas directamente al ámbito doméstico, sin haber sido emitida previamente por televisión o estrenada en cines. La mayor calidad de estas producciones, junto con la situación económica de Japón, hizo que este formato compitiera con las series televisivas que los seguidores del género se daban el lujo de comprar.