LOVE CANAL

  • 1894

    1894
    William T. Love comenzó la construcción de un canal que uniría el lago Ontario con el río Niágara, con el fin de proporcionar agua y energía hidroeléctrica a una ciudad industrial modelo que había imaginado. Una obra que finalmente quedó a medio construir por la falta de financiación.
  • 1942 y 1952

    1942 y 1952
    la zanja cavada para el canal se convirtió en un vertedero de basura cuando la empresa Hooker Chemical & Plastics Corporation depositó 20.000 toneladas de productos químicos en ella
  • 1953

    1953
    la Junta de Educación de Niagara Falls expropió por un dólar simbólico los terrenos para construir el barrio de Love Canal
  • 1954

    1954
    se llevó a cabo la construcción de una escuela, los obreros descubrieron dos vertederos llenos de tambores de 210 litros que contenían desechos químicos. A pesar del descubrimiento la Junta de Educación decidió seguir adelante
  • 1957

    1957
    durante la construcción de nuevas viviendas ,los equipos de construcción rompieron el sello de arcilla, fragmentando las paredes del canal. Esto permitió que los desechos tóxicos escaparan al ser lavados por el agua de lluvia, haciendo que los productos químicos enterrados se filtraran al canal.
  • 1977

    1977
    la Agencia de Protección Ambiental (EPA) comenzó a estudiar los problemas de Love Canal,Los resultados mostraron la presencia de 200 sustancias químicas contaminantes en el agua.
  • 1979

    1979
    una de las escuelas cerró y cientos de familias fueron trasladadas y reubicadas,Estado de Nueva York presentó una demanda de 635 millones de dólares contra Occidental Petroleum y dos de sus subsidiarias,la que la empresa tuvo que desembolsar más de 200 millones de dólares para descontaminar la zona
  • 1980

    1980
    Finalmente, el por aquel entonces Presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, declaró a Love Canal como zona catastrófica.
  • 2012

    2012
    Hoy en día, la edificación sobre los cementerios de residuos es una práctica totalmente prohibida. Las consecuencias no son pocas y tampoco baratas en términos económicos y sanitarios.