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Infanticidio
Presente hasta el siglo IV como práctica extendida. Mediante esta costumbre los padres resolvían sus ansiedades generadas por la tarea de cuidar a sus hijos. En Grecia y Roma: el infanticidio era aprobado por leyes y filósofos, era potestad paterna decidir sobre la vida del recién nacido. -
Period: 476 to Dec 31, 1492
EDAD MEDIA
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550
Revalorización del niño
Se da la Revalorización del niño porque el infanticidio se convirtió en delito. Esta prohibido abandonar a los recién nacidos, los cuales están rigurosamente tutelados por la ley (la de la iglesia y la del Estado). Los infanticidios y los abortos están severamente condenados y perseguidos judicialmente. -
Aug 8, 600
Abandono
Entre los s. IV y XIII, los padres acostumbraban entregar a sus hijos a terceros (personas o instituciones) para que se hagan cargo de ellos, siendo frecuentemente tratados como criados y en situación de abandono afectivo. Predomina una relación proyectiva: los niños percibidos llenos de maldad, eran objeto de severos castigos. -
Aug 7, 700
Niño como hombre en miniatura
En la iconografía alto-medieval se representaba al niño como un hombre en miniatura esta distinción implico que el niño debía cumplir con todas las obligaciones de un adulto y aun así sus padres tenían el control sobre ellos, gracias a esto el amor de padre a hijo no era visto como se ve en la mayoría de los padres de nuestra época.
ENSAYO : NIÑO “Adulto Miniatura” -
Aug 8, 1400
Ambivalencia
Desde XIV-XVII el niño es considerado un rebelde al que hay que enderezar acudiendo a todo tipo de castigos, tanto físicos como psíquicos. El castigo era casi siempre de tipo corporal y cuando se intentó limitar se empezó a encerrar a los niños en cuartos oscuros. Se considera necesario moldearlos, prevaleciendo la imagen de cera blanda o arcilla a la que debe darse forma -
Nace La escuela
A fines del siglo XVII de forma definitiva se produjo una transformación considerable en la situación de las costumbres. La escuela sustituyó al aprendizaje como medio de educación, lo que significa que cesó la cohabitación del niño con los adultos y por ello cesó el aprendizaje de la vida por el contacto directo con ellos. A pesar de muchas reticencias y retrasos, el niño fue separado de los adultos y mantenido aparte, en una especie de cuarentena, antes de dejarle suelto en el mundo. -
Intrusión
En el siglo XVIII el niño ya no estaba tan lleno de proyecciones peligrosas y en lugar de limitarse a examinar sus entrañas con un enema, los padres se aproximaban más a él y trataban de dominar su mente a fin de controlar su interior, sus rabietas, sus necesidades, su masturbación, su voluntad misma. Como el niño resultaba mucho menos peligroso, era posible la verdadera empatía, y nació la pediatría, que junto con la mejora general de los cuidados por parte de los padres redujo la mortalidad. -
Socialización
(Siglo XIX-mediados del XX) A medida que las proyecciones seguían disminuyendo, la crianza de un hijo no consistió tanto en dominar su voluntad como en formarle, guiarle por el buen camino, enseñarle a adaptarse: socializarlo. Asimismo, en el siglo XIX el padre comienza por vez primera a interesarse en forma no meramente ocasional por el niño, por su educación y a veces incluso ayuda a la madre en los quehaceres que impone el cuidado de los hijos. -
En México..
En la década de los años veinte y treinta del siglo xx, después de la Revolución Mexicana el nuevo gobierno buscó la forma
de reconstruir el país, se intentó llevar una reconfiguración
de la sociedad y de la misma familia. El Estado pretenderá tener un tipo de niño mexicano: durante el porfiriato era el futuro ciudadano capaz de llevar en alto el lema del país, “orden y progreso”, y durante el periodo posrevolucionario, era el niño que mejoraría la raza mexicana. -
Ayuda
Comienza a mediados del siglo XX. El método de ayuda se basa en la idea de que el niño sabe mejor que el padre lo que necesita en cada etapa de su vida e implica la plena participación de ambos padres en el desarrollo de la vida del niño, esforzándose por empatizar con él y satisfacer sus necesidades peculiares y crecientes. No supone intento alguno de corregir o formar “hábitos”. El niño no recibe golpes ni represiones, y sí disculpas cuando se le da un grito motivado por la fatiga o el nervios