odisea de omero

  • Asamblea de los dioses

    Asamblea de los dioses
    Atenea disfrazada del rey Mentes desciende a Ítaca para arengar a Telémaco, hijo de Ulises, a que vaya a buscar a su padre. Su casa está llena de los pretendientes de su madre, Penélope, quien ha retrasado la decisión de volverse a casar.
  • El ciclope

    El ciclope
    Monstruo de un solo ojo hijo de Poseidón (de allí el enojo) que se cena a muchos dé sus valientes compañeros al estilo brocheta. Odiseo lo convence para que tome un vino especialmente fuerte y mientras el monstruo dormía la mona, lo deja ciego con una estaca. El monstruo llama a su familia y amigos pero como el héroe le dice que se llamaba "nadie",
  • Sirenas

    Sirenas
    Cantantes mágicas que atraían con sus bellas melodías a los incautos navegantes y los hacían naufragar en los escollos. Todos se tapan las orejas con cera menos el héroe que quería escucharlas, pero que se hace amarrar a un palo
  • Circe

    Circe
    Maga hija del sol, convierte a los compañeros en animales con una torta de miel, pero gracias a los consejos de Atenea y al "ajo dorado" que Hermes le regala al héroe, éste es inmune a la torta y se dispone a matar a la maga, pero esta ruega por su vida
  • Los vientos de eolo

    Los vientos de eolo
    Eolo, obsequia a Odiseo una bolsa conteniendo los vientos para que pueda llegar rápido a casa. Mientras el héroe dormía Los compañeros curiosos piensan que es oro y riquezas y abren los sacos y se produce tal ventarrón que aleja nuevamente la nave de la Isla natal del Héroe que ya estaba a la vista.
  • El adivino Tiresias

    El adivino Tiresias
    fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas; fue uno de los dos adivinos más célebres de la mitología griega: el otro fue Calcas. Hijo de Everest y de la ninfa Cariclo, Tiresias tuvo dos hijas: Manto y Dafne.
  • Funerales del troyano Héctor

    Funerales del troyano Héctor
    los ritos fúnebres se realizaron a cargo de Príamo mientras los troyanos, siguiendo órdenes de éste, acumularon leña durante nueve días para construir la pira en la que se incineraría al difunto. Al llegar la mañana del décimo día se realizó el sepelio y se prendió la pira con el cadáver.