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1 CE
Prehistoria
En la recolección de frutos y bayas para la alimentación de forma intuitiva se realiza un control de los alimentos, diferenciado de alimentos dañinos de los que no lo eran y estableciendo una relación causa-efecto entre la ingestión de un alimento determinado y el malestar digestivo producido al cabo del tiempo.
Estos avances en la producción y obtención de alimentos obligaron al hombre a iniciarse en el campo del procesado y conservación de los mismos. -
2
Siglo I
Se aplicaban ciertas normas higiénicas en la inspección de los alimentos, en especial sobre la carne por su facilidad para alterarse. Ya se conocían los efectos patológicos de algunos parásitos de la carne.
Fueron los romanos quienes instituyeron la inspección oficial de los abastecimientos de víveres. El pan, el vino, la leche, la cerveza y el pescado estaban adulterados. -
3
Edad Media
Hasta el momento los conocimientos sobre higiene, inspección y control alimentario se basaban en las creencias religiosas y en las conclusiones obtenidas de la observación y experiencia. Esto supone una inspección de alimentos empírica, poco científica y en numerosas no extensa de supersticiones. -
4
Siglo XVIII
Hasta el siglo XVIII, las prácticas fraudulentas o adulteraciones se limitaban a la sustracción de parte del peso o del volumen del alimento comprado, a la incorporación de sustancias inertes para aumentar su peso y volumen. -
5
Siglo XIX
En España se publican las primeras disposiciones y normativas alimentarias y es cuando se inicia realmente la labor del veterinario en la inspección de alimentos, centrándose en principio en los alimentos de origen animal y en concreto, en la carne de los animales en abasto. -
6
Siglo XX
Con la segunda revolución industrial, se van transformando las sociedades rurales en urbanas, con las consiguientes concentraciones de población. Este hecho provocó cambios importantes respecto a las prácticas de obtención, procesado y preparación de alimentos. -
7
Siglo XXI
Hoy en día, el gran auge de la industria agroalimentaria, los avances de la tecnología alimentaria, la evolución de los métodos de análisis, la aparición de productos nuevos y la modernización de los canales de comercialización exigen una mayor intervención gubernamental que asegure la salubridad de los alimentos.