Madre Elisa Jaramillo Fundadora

  • Cristo Le Participa De Su Cruz En La Fundación y Con La Jerarquía

    Elisa dotada de inteligencia clara, capacidad de organización, don de mando y sentido del humor, descubre que Dios la llama para la realización de una gran obra: “Fundan a una nueva familia religiosa para la Iglesia”. Comienza por obras sociales porque ve la necesidad de amparar, recoger, educar y amar a tantos niños sin hogar.
  • Cristo Le Participa De Su Cruz En La Fundación y Con La Jerarquía

    Medellín del internado al que dio el nombre de “Mater Dei” respondiendo al gran amor y devoción que ella profesaba a la Santísima Virgen María. Esta obra fue comprendida y auxiliada por la sociedad Antioqueña; para el sostenimiento de las niñas le enviaban alimentos sanos y decentes de los hoteles. Las fábricas regalaban sus productos cuando menos se esperaba y los benefactores iban surgiendo de manera providencial.
  • Destierro

    Como en Medellín no tubo eco su proyecto de fundación, con ánimo confiado y profunda fe , se dirige a Popayán en el año de 1946 donde es acogida por Monseñor Diego María Gómez, orientada por el Padre Fray, sacerdote dominico quien la anima y exhorta a aprovechar el permiso otorgado por el Señor Arzobispo. Con esta luz en su camino, Elisa regresa a Medellín, solicita un permiso prolongado a la junta de Mater Dei porque prevé con claridad que la fundación religiosa redundaría más tarde.
  • Su Casa Taller De Popayán

    Se inició esta obra el 21 de enero de 1946 . Santamaría quien la lleva a descubrir los numerosos beneficios de Dios: el visto bueno del Señor Arzobispo, casa para el taller y señoritas vacacionadas. Dos días después Elisa recibe un decreto del Señor Arzobispo en el que se le declara insubsistente a su cargo de superiora de las Bernardita. Ella dialoga con el prelado y acepta porque descubre en su persona la voluntad de Dios.
  • A Las Puertas De La Fundación

    Una vez más el Pbro. Santamaría con su espíritu de fervor dominicano, marca la etapa decisiva en el inicio de la Congregación De Hermanas Dominicas Siervas De La Eucaristía y Del Rosario; pues es él quien escucha y orienta los pensamientos y acciones que el espíritu suscita en el alma fiel de Elisa. El padre Santamaría y Elisa, no contentos con una obra meramente social, proponen al prelado para su consistencia la fundación de una comunidad religiosa.
  • Decreto Crucial En La Vida De Elisa

    El 19 de marzo de 1946, día de la Solemnidad del glorioso patriarca San José, es otorgado el permiso para la fundación de la Congregación de las Hermanas Dominicas Siervas de La Eucaristía y del Rosario; encargando al Padre Santamaría de orientar en todo cuanto requiere una fundación que dé solidez y garantía de estabilidad a la naciente Congregación.
  • Un Sueño Echo Realidad

    Después de cinco día de retiros, el 25 de marzo de 1946, día de la Anunciación, se lleva a cabo en el templo de Belén, una de las reliquias históricas de Popayán; la ceremonia de toma de hábito de Elisa y cinco compañeras; presidida por el Señor Arzobispo Diego María Gómez T.
  • Algunas Consecuencias

    La Madre ELISA jamás pensó que el haberse apoyado en el Padre Fray Heriberto Santamaría, le trajera tantos sinsabores; entre ellos las diferencias que se presentaron con el Padre Zamora, quien le discute que el hábito y el nombre que lleva su Congregación es dominicano. Ya la Madre ELISA por su cuenta había cambiado el hábito e incluso suprimido lo referente a vinculaciones con la orden Dominicana; antes de que el Padre Santamaría se lo sugiriera por correspondencia enviada desde Bucaramanga.
  • Ocaso De Su Vida

    El 25 de marzo de 1950 la Madre ELISA hizo renovación de sus votos por tres años, después de los cuales su salud empezó a debilitarse cada día más. Sintiéndose así, se entrevista, a finales de julio, con el Padre Apodaca y la Madre María del Rosario para dar un retoque a las Constituciones.
  • Ocaso De Su Vida

    En la madrugada del 11 de septiembre entregó su alma a Dios, rodeada de sus hijas que se regocijan porque ella dejó la semilla que cayó en tierra abonada. También ella se regocija desde el cielo intercediendo para que el Señor extienda las ramas de la Congregación por todo el mundo y dé sombra y amparo a tantos niños pobres y abandonados.