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Víctor Manuel García Valdez, Cuba.
Víctor Manuel García Valdez, conocido simplemente como "Víctor Manuel", fue un pintor cubano. Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Alejandro en La Habana. Su cuadro más conocido se titula Gitana Tropical, y lo pintó en París en 1929. Falleció en La Habana, el 2 de febrero de 1969, a los 71 años de edad. -
Carlos Enríquez Gómez, Cuba.
Carlos Enríquez Gómez fue un pintor y escritor cubano. Fue un rebelde del pincel que formó parte del grupo de pintores que por los albores de 1925 rompieron con todo el academicismo para crear un estilo nuevo dentro de la pintura cubana. Considerado como uno de los más grandes artistas de la plástica cubana de la primera mitad del siglo XX. -
Wilfredo Lam, Cuba.
Considerado el más universal de los pintores cubanos. Lam Introdujo la cultura negra en la pintura cubana y desarrolló una renovadora obra que integra elementos de origen africano y chino presentes en Cuba. -
Karl Broodhagen, Barbados.
Fue un escultor y pintor de Barbados nacido en la Guayana Británica. Interesado por la figura femenina y la belleza local, entre sus obras famosas destacan la Estatua de la Emancipación de Bussa, la estatua del Primer Ministro Grantley Herbert Adams o la del jugador de crícket Garfield Sobers. Con 15 años se mudó a Barbados para comenzar como aprendiz de sastre. Empezó con la pintura y la escultura en los años 1930 y estudió en los años 1950 en Goldsmiths. En 1996 regresó a Barbados. -
Gwendolyn Knight, Barbados.
Fue una artista estadounidense que nació en Bridgetown, Barbados, en las Indias Occidentales. Knight pintó durante toda su vida, pero no comenzó a exhibir seriamente su trabajo hasta la década de 1970. Su primera retrospectiva se realizó cuando tenía casi 90 años, Never Late for Heaven: The Art of Gwen Knight, en el Museo de Arte de Tacoma en 2003. Sus maestros en las artes incluyeron a la escultora Augusta Savage y Jacob Lawrence, con quien permaneció casada hasta su muerte en 2000. -
Amos Ferguson, Bahamas
Es uno de los artistas intuitivos más prolíficos y conocidos de Las Bahamas. Hombre profundamente religioso, su obra está llena de temas y referencias espirituales. Utiliza pinturas de casas sobre cartón o madera contrachapada para crear pinturas con formas simples, temas extravagantes y colores excepcionales. A menudo se le conoce como "el abuelo" del arte de las Bahamas. -
Gina Pellón, Cuba
Gina Pellón (Cumanayagua, 26 de diciembre de 1926 − París, 26 de marzo de 2014) fue una artista cubana, conocida por sus pinturas y obras gráficas de mujeres abstractas de colores fuertes. Obra: Salmo 51 (1978) -
Rolando López Dirube, Cuba.
Rolando López Dirube escultor, pintor y grabador. Enseñó pintura y diseño en la Universidad de Puerto Rico y la Universidad Interamericana en San Juan y fue fundador y profesor de la Escuela Taller de Artes Plásticas y Galería en La Romana en República Dominicana. Sus obras se encuentran en varias colecciones importantes, incluyendo el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo de Arte de Ponce en Puerto Rico, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, entre otros. -
Antonia Eiriz, Cuba.
Antonia Teodora Eiriz Vázquez es una pintora cubana.Se desarrolló en las manifestaciones de pintura, grabado, ensamblaje y dibujo. Realizó estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas “San Alejandro”, La Habana, Cuba, desde 1951 a 1957. -
Rapto de la Mulata, Carlos Enríquez, Cuba.
Es una referencia derivada de "El rapto de las Sabinas". Por sus características visuales y la técnica empleada es una de las obras más importantes de la pintura cubana. -
Maxwell Taylor, Bahamas
Maxwell (Max) Taylor, junto con Brent Malone y Kendal Hanna, fue uno de los primeros aprendices de Chelsea Pottery en Nassau. Taylor estudió en la Art Students League de Nueva York de 1968 a 1972. Su estadía en Nueva York duró 20 años antes de mudarse al sur, a las Carolinas, y viajó extensamente por Europa, conociendo la dinámica social, económica y política de muchas culturas. Taylor ha admirado durante mucho tiempo las obras de Daumier, Braque y Picasso. -
Richard Brent Malone, Bahamas
Era un pintor fotorrealista y galerista bahameño.
Comenzó como alfarero aprendiz de la Chelsea Pottery de Bahamas, en donde en 1964 Sir Harold Christie lo nombró director cambiando el nombre por Bahamian Pottery, que cerró ese mismo año. Había estudiado previamente en la Academia de Bellas Artes de Don Russell y la Beckenham School of Art.1 2 -
La Jungla, Wifredo Lam, Cuba.
La obra de Wifredo Lam ocupa un lugar singular y paradójico en el arte del siglo XX. Es un ejemplo del tránsito plural de formas e ideas en el contexto de las vanguardias, intercambios y movimientos culturales inter y transnacionales que han constituido el modernismo extendido. -
Pedro Pablo Oliva Rodríguez, Cuba.
Pedro Pablo Oliva Rodríguez. Es una de las figuras más destacadas de la pintura cubana contemporánea. Exponente de un estilo neoexpresionista, trascendido por el realismo mágico y el surrealismo. Sus obras han sido recogidas en una veintena de exposiciones personales y colectivas en diversos países, y se encuentran en importantes de Christie‘s y Sotheby’s. -
Metamorfosis (Brent Malone), Bahamas
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Hunter (Amos Ferguson), Bahamas
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La Estatua de la Emancipación de Bussa, Karl Broodhagen, Barbados.
La Estatua de la Emancipación de Bussa es una escultura pública realizada en honor del líder de una rebelión de esclavos en Barbados, y que está localizada al este de la ciudad de Bridgetown. -
Gato, Gwendolyn Clarine Knight, Barbados.
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El Gran Apagón, Pedro Pablo Oliva, Cuba.
Una pieza indispensable del arte cubano en los años 90 es El Gran Apagón del pintor y escultor, Pedro Pablo Oliva. En su obra, Oliva tomó por referente el “choteo” insular, ese modo de decir y actuar desenfadado que distingue al cubano incluso en los momentos de mayor adversidad. El Gran Apagón refleja la angustia y los dramas existenciales que vive la isla durante la crisis -
La Anunciación, Antonia Eiriz, Cuba.
La anunciación deviene rápidamente en emblema del impresionante conjunto presentado por Antonia Eiriz. La aparición del ángel coronado de la muerte a la humilde costurera, retorcida en su silla en un espasmo de dolor ante el presagio de que su alumbramiento concluirá en trágico aborto, hace que "La anunciación" resulte una dura metáfora de una época contradictoria y apasionada cuyas expectativas oscilaron entre el amor y la esperanza, por una parte, y la violencia y el odio, por otra.