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Mar 20, 1540
CONQUISTA
Según relatos históricos se dice que la expedición de los españoles Don Juan Badillo conquistador cruel y ambicioso, dio el nombre de Gori a este lugar que encontró habitado por indígenas y Don Francisco César; quienes llegaron al territorio jericoano a mediados del siglo XVI (1540), pero no lo habitaron por no encontrar grandes yacimientos de oro, en ese entonces, estas tierras montañosas eran cubiertas por selvas difíciles que estaban aún sin explorar. -
FUNDACION DE JERICO
Jericó fue fundado entonces entre 1845 y 1848 por Don Santiago Santamaría y Bermúdez de Castro, hombre rico, emprendedor, noble y generoso, quien había tenido dichas tierras por herencia, compras y cambios; con el proyecto de colonizarlas, trajo bajo su mando y dirección a un grupo de familias pobres y trabajadoras provenientes de Amagá, Fredonia, Caldas, Envigado, Rionegro y Medellín para iniciar el proceso de colonización y fundación de esta región. -
TEXTILERA DE JERICO
El "Señor Cura", el Padre Cadavid en su afán de emplear mujeres de todas las edades y reanimar el progreso de la ciudad, decide con algunos socios crear una gran industria. Es así como el 10 de mayo de 1913, se constituye la "COMPAÑÍA DE TEJIDOS JERICÓ", con sede y operación en la misma ciudad. Este acto quedó registrado en el libro dos, tomo uno folios nueve, diez y once, firmado por el señor Julián Valenzuela, Registrador de Instrumentos Públicos de Jericó. -
FUNDACION DE LA DIOSESIS DE JERICO
La Diócesis de Jericó fue erigida por primera vez el 29 de enero de 1915, por el papa Benedicto XV; pero el 5 de febrero de 1917, fue unida con la diócesis de Antioquia, tomando el nombre de diócesis de Antioquia-Jericó. Finalmente, el 3 de julio de 1941, la Diócesis de Jericó fue nuevamente erigida por el papa Pío XII. -
MUERTE DEL PADRE CADAVID
Luego de haber regido con gran empeño y compromiso los destinos espirituales del municipio, y haber contribuido con alma y vida al progreso de Jericó, muere a la edad de 65 años el 19 de marzo de 1916 en el Colegio de la Presentación, donde se encontraba bajo los cuidados de las hermanas de esta comunidad. El Padre Cadavid fue un hombre culto, humilde, tolerante, leal, con una riqueza espiritual desbordante, un hombre que hizo de Jericó una ciudad pujante y plenamente creyente.
