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Finales del siglo XIX
Emil Christian Hansen aísla y cultiva levaduras puras para la producción de cerveza. El danés Christian Gottfried Ehrenberg y el alemán Otto Bütschli describen los primeros biorreactores como recipientes que contienen medios de cultivo y microorganismos. [1] -
Biorreactor discontinuo
Delbrück diseñó y utilizó los primeros biorreactores discontinuos para cultivar bacterias en el laboratorio. Estos primeros biorreactores eran recipientes simples que permitían el control de las condiciones ambientales, como la temperatura, el pH y la agitación, mientras se observaba el crecimiento microbiano. -
Biorreactores de modo continuo
Los primeros diseños datan de la década de 1930, pero evolucionaron a lo largo del siglo XX, con desarrollos significativos en las décadas de 1950 y 1960. Operan de forma constante, añadiendo nutrientes y retirando fluidos durante todo el proceso.
Se han utilizado para producir productos químicos industriales y biocombustibles de manera eficiente. [4] -
Biorreactores de una sola camara
Su utilización se remonta a principios del siglo XX. Fue inventado por Arnold H. Meyer y se han empleado durante muchos años para producir bebidas alcohólicas, alimentos fermentados, etanol e insulina. [2] -
Biorreactores de membrana
Surgieron en la década de 1970. La utilización de membranas semipermeables para separar el biocatalizador del medio de cultivo permitió un mayor control y eficiencia en los procesos. Su aplicación se ha expandido en las últimas décadas. [3] -
Biorreactores de dos camaras
Desarrollados en las últimas décadas, aproximadamente desde la década de 1980. Cuentan con una membrana o filtro que divide el espacio del reactor en dos compartimentos.
Se utilizan para producir carne cultivada en laboratorio, órganos para trasplante, virus y productos biológicos de alto valor. [2] -
Biorreactores de perfusión-continuo
Tecnología más reciente, desarrollada en las últimas dos décadas, especialmente desde la década de 2000. Son los más avanzados y sofisticados, además, permiten alcanzar altas densidades celulares y largos tiempos de operación.
Se utilizan en investigaciones farmacéuticas, modelado de procesos biológicos y como soporte para órganos cultivados en laboratorio. [2]