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301
Abandono siglo IV - XIII
Durante este periodo se reconoce que el niño tiene alma, que es humano, pero debido a las dificultades se decide abandonarlo. Una vez que los padres empiezan a aceptar que el niño tiene alma, la única forma de librarse de toda su angustia es mediante el abandono -
318
Infanticidio
El 16 de noviembre del año 318 el Imperio romano asimiló el infanticidio, el asesinato del recién nacido, al crimen de parricidio. Limitaba así la patria potestas del pater familias sobre su progenie, hasta entonces casi absoluta en los primeros días de vida de los bebés. El emperador romano que promulgó este decreto fue Constantino el Grande, el primer emperador cristiano. -
1301
Ambivalencia Siglo XIV - XVII.
Los niños empiezan a pasar por la vida afectiva entre los padres, aparecen las instituciones de protección de la infancia y los manuales para padres, la idea de que hay que moldear al niño en arcilla para darle forma, la influencia de formas humanistas y religiosas. Instituto para el desarrollo infantil y la educación de los niños con una estructura educativa separada de la familia durante el reinado de Pedro IV (1337). -
Intrusión Siglo XVIII
Los padres tienen más proximidad con su hijo sin embargo no juegan con él sino que dominan su voluntad. Siguen recurriendo a los castigos físicos y a la disciplina pero ya no de manera sistemática y se empieza a considerar al niño como un adulto en miniatura, incompleto. -
Socialización Siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX
Por primera vez, el padre empieza a mostrar interés por la crianza del hijo, su educación y un sentimiento de solidaridad parental. El comportamiento del padre hacia el hijo ya ha cambiado; ahora le trata con respeto y, en lugar de castigarle o controlarle, le ayuda a integrarse en la sociedad preocupándose también por su educación. A medida que pasa el tiempo, las proyecciones van quedando atrás y se desarrolla la relación padre-hijo. -
Ayuda Mediados del siglo XX hasta la actualidad
Este modelo implica la empatía con el hijo quien es el que sabe mejor que el padre cuáles son sus necesidades. Este método exige de ambos padres una enorme cantidad de tiempo, energía y diálogo, especialmente durante los primeros años.