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470 BCE
Socrates
Fue el primer pensador que se ocupó filosóficamente del ser humano. Sostiene que el ser humano tiene un alma inmortal y considera al hombre como un proyecto no acabado, cuya vida debe protagonizar por sí mismo. -
427 BCE
Platón
Defendió el empleo sistemático de la razón para mostrar cómo se debe vivir bien la vida humana: el conocimiento y el ejercicio de la virtud conducen a la felicidad individual y a la estabilidad social. -
384 BCE
Aristoteles
Considero a todo ser vivo como una única substancia compuesta de dos coprincipios: psyche y materia—, presenta al ser humano como un ser natural y social -viviente entre los vivientes y humano entre los humanos- referido cognoscitivamente a la totalidad de lo real a través del logos -
354 BCE
Agustín de Hipona
Intentó llevar a cabo una reconstrucción intelectual del universo —cosmos, individuo, sociedad e historia— donde el ser humano-cuerpo, alma y espíritu— pudiera comprenderse en su desarrollo histórico, por referencia a Dios como principio y fin del mundo creado. -
1224
Tomas de Aquino
Define al ser humano como una unidad substancial de cuerpo corruptible y alma espiritual e inmortal (no preexistente), que tiene en Dios su principio último y su destino final; y que está en este mundo para alcanzarlo ejerciendo su libre albedrío, con la ayuda de la gracia. -
Rene Descartes
Repone la visión dualista del ser humano, como espíritu pensante que vive en una realidad material extensa. -
David Hume
Representa la confianza ciega en el método experimental de las ciencias naturales: sólo es posible afirmar con certeza la existencia de aquello que es empíricamente comprobable. -
Immanuel Kant
Kant concluye que no es posible alcanzar un conocimiento científico sobre el alma humana, el mundo o Dios; por lo que, aborda el estudio del hombre desde una doble vertiente: la Antropología Pragmática —como descripción de los caracteres humanos y su dinámica en el plano fáctico—, y la Antropología Filosófica como metafísica de las costumbres y de la razón pura práctica. -
Georg W. F. Hegel
La sistematización filosófica de Georg es muy ambicioso y completo, pues incluye todas las determinaciones del ser humano: los rasgos físicos del individuo, la interconexión de los individuos en el sistema social y los factores de la cultura articulados según la forma de necesidad que es propia de la Idea en su despliegue hasta la autorrealización, etc. -
Charles Darwin
Su teoría de la evolución solo se da una diferencia de grado en relación con el resto de los animales, y que niega toda referencia trascendente de la existencia humana. -
Søren Kierkegaard
En consideraba que en cada hombre tiene en sus manos su propio destino: puede arruinar su existencia o llevarla a la plenitud pasando del estadio estético al ético y posteriormente al religioso, eligiéndose a sí mismo en cada decisión. -
Karl Marx
Despoja al sujeto individual de toda importancia, convirtiéndolo en elemento anónimo de una sociedad utópica donde reinen la igualdad y el bienestar material -
Friedrich Nietzsche
Plantea la lucha entre las concepciones apolínea y dionisiaca del ser humano, y postula el advenimiento del superhombre (pura voluntad de poder que se realiza a sí mismo en relación directa con la nada) después de haber dado muerte a Dios. -
Sigmund Freud
Formulo una explicación global del hombre fundamentada sobre las fuerzas inconscientes y subconscientes de la psicología humana y del impulso sexual que gobiernan la existencia. -
Max Scheler
Consideró que el planteamiento freudiano caía en un burdo reduccionismo de la vida humana, y aplicó el método fenomenológico de Husserl al estudio de los fenómenos emocionales y su correlato intencional: los valores. -
Helmuth Plessner
Formula la noción de posición excéntrica del ser humano, en cuanto viviente capaz de captar estímulos y emitir respuestas que trascienden la satisfacción de sus necesidades biológicas, situándose así en un ámbito de intencionalidad abierta. -
Arnold Gehlen
Sostiene que, si lo consideramos desde el punto de vista biológico, el hombre es un ser inacabado, inespecializado, sin instintos y, por lo tanto, abierto al mundo; pero es inteligente, y puede suplir con su entendimiento y con sus manos, a través de la creación cultural, las carencias del déficit biológico propio de la especie humana.