1.1. Lectura Ernst Cassirer (Panorámica histórica del problema antropológico-filosófico)
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544 BCE
Los presócraticos y Heraclito (Siglo VI-V a.C.)
Los presócraticos dejan de lado la cuestión del hombre, enfocándose en la naturaleza y la cosmogonía. Heraclito daría los primeros esbozos de consideración sobre el hombre. Aunque permanece como filosofo de la naturaleza, le da importancia al conocimiento del secreto humano, para poder comprender la naturaleza, dice Heraclito, hay que conocer al hombre. (Cassirer 9) -
470 BCE
Sócrates (470-399 a.C.)
Sócrates inicia la busqueda del hombre propiamente dicha. Sócrates, a pesar de no dar respuesta, termina dejando una pregunta que sería esencial ¿Qué es el hombre? Preguntándose y a sus conciudadanos sobre lo humano, propone que la búsqueda de lo humano, debe ser a través de humanos, es decir, el dialogo. El hombre, entonces, se convierte en una criatura que se pregunta por si misma. (Cassirer 9-11) -
300 BCE
Los estoicos (Siglo IV a.C.- III d.C.)
El misterio del hombre se vuelve más importante y su búsqueda más imperativa, la búsqueda "no sólo tiene un trasfondo moral sino también universal y metafísico" (Cassirer 12). El hombre es, según los estoicos, una parte de la naturaleza, puesto que parte del mismo principio que el cosmos, sin embargo, el hombre es independiente de la naturaleza, la moral del hombre puede sostenerse sobre la naturaleza. -
354
San Agustín (354-430 d.C)
San Agustin le da vuelta a los valores estoicos, la razón deja de ser el monolito sobre el cual el humano actúa, deja de ser confiable reduciendo, a la vez, el conocimiento humano. El hombre ya no es capas de conocer mediante la razón, solo mediante la ayuda divina, es que el hombre puede conocer la iluminación. El hombre, entonces, deja de ser independiente como lo percibían los estoicos. El hombre necesita a Dios. -
1224
Santo Tomas de Aquino (1224-1274)
El vuelco de la percepción estoica es completada por Santo Tomas. Apoyando a San Agustín, Santo Tomas piensa que el humano requiere de la ayuda divina, la razón puede llegar al conocimiento, si y solo si, es acompañada por guía divina. Estaba Dios, y luego estaba el hombre. -
1543
El heliocentrismo y la nueva antropología
El hombre fue guiado por el espíritu científico, la antropología fue llevada a la par que la astrología, se buscaba una teoría científica del hombre, sin embargo, con la propuesta de Copérnico, la teoría heliocéntrica, ademas de cambiar la concepción del universo, cambio la concepción del hombre. El ser humano fue bajado de su pedestal y se convirtió en un punto dentro de cosmos. La supremacía humana ante las demás criaturas también fue puesta en duda. El hombre no era tan grande como se pensaba -
Period: 1543 to
La otra cara de la nueva antropología. Los sistemas metafísicos de los siglos XVI y XVII
Los pensadores de los siglos XVI y XVII, en lugar de ver el nuevo orden cósmico como una perdida, intentaron verlo como algo benéfico.
Giordano Bruno inicia esta nueva perspectiva, pensó que el alcance de la razón humana era tan infinita como el universo.
Pensadores como Galileo, Descartes, Leibniz y Spinoza solucionan el problema del hombre mediante la razón y la matemática, era a través de esta y su infinitud que se podía explicar todo fenómeno físico y metafísico, al igual que el hombre. -
Blaise Pascal (1623-1662)
Pascal ve al hombre como algo sutil, cambiante, contradictorio, incapaz de ser comprendido por la lógica. Por lo tanto, el humano no se puede conocer a si mismo, tomando como falaz lo dicho por Sócrates y otros griegos. El hombre es dual, uno hecho a imagen de Dios antes del pecado, el otro con su razón y fuerza corrompidas. Entonces, el hombre no debe intentar conocerse, solo la religión puede ondar sobre el tema, aunque esta tampoco puede enlucidar el tema. -
Denis Diderot
Diderot, al pensar que las matemáticas habían llegado a su cúspide, donde se quedaron quietas, empezó a dudar de las mismas.
Consideraba que los sistemas y principios generales estaban sobre valorados, y que haría falta una ciencia de naturaleza más empírica, una que observe los hechos primero y luego los interprete. El humano ya no se conoce a través de las matemáticas, sino a través de la observación. -
Period: to
Siglos IX y XX
Con la teoría de la evolución, la naturaleza física del hombre sentó los precedentes para su espiritualidad y cultura, se buscaba que principio, igual que la evolución en materia física, era el provocador de cambio en las culturas. Los pensadores como Nietzsche, Freud y Marx, buscaban que impulsos movían a las civilizaciones humanas, proponiendo la voluntad de poder, el instinto sexual y el movimiento económico respectivamente. Encontrar este principio, era encontrar el principio del hombre. -
La teoría de la evolución
La teoría de la evolución pone el ultimo clavo en el cofre de la búsqueda metafísica del hombre, lo que queda es la interpretación de los hechos traídos a la mesa por parte de Darwin. Las fronteras entre el hombre y el animal se vieron disipadas. El hombre no era el final ultimo de la vida, ni la más grande, solamente era un momento dentro del interminable flujo de vida, un producto de situaciones y del cambio. -
Period: to
La filosofía moderna
La gran abundancia de ámbitos y estudios a través de los cuales investiga el hombre, es, al mismo tiempo, la mayor ventaja y el peor problema ante el que se enfrenta la filosofía moderna. Las herramientas y métodos para la búsqueda del hombre son superiores, pero se desconoce el angulo apropiado para dirigir la búsqueda. El hombre conoce gran cantidad de datos de si mismo, pero no puede generar un concepto de si, busca una aguja en un pajar. -
Max Scheler
Debido multiplicidad de principios propuestos por los pensadores modernos, y a la falta de corrientes que guiaran la búsqueda del hombre, el humano no solamente pierde el enfoque racional sostenido durante largo tiempo, ademas carece de una percepción clara de si mismo. Max Sheler fue quien se percato de tal problema y dio alarma de ello. "En ningún otro periodo del conocimiento humano —dice Scheler—, el hombre
se hizo tan problemático para sí mismo como en nuestros días" (Cassirer 24).