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Terror en la red

By Ljawa
  • Jonathan solo en casa.

    I al final lo dejan solo en casa de sus padres, y sin niñera, ya que se considera lo suficiente mayor. Empieza a tener miedo y para entretenerse se fue al ordenador de su padre.
  • Jonathan solo en casa

    Lo primero que hizo cuando sus padres se hubieron
    marchado fue encender todas las luces. Aunque se había
    hecho el valiente delante de ellos, pero el no se sentía a gusto rodeado de oscuridad entonces recorrió toda la casa para encender la luz y asegurándose de que las ventanas estén completamente cerradas.
  • Jonathan solo en casa.

    I Jonathan ya no quería que Mel pasara las noches con el y fue ese día que suplico a sus padres de que le dejaran solo. Les dijo que necesitaba sentirse mayor, que quería conocer la soledad, que ansiaba comprobar que ellos confiaban en él.
  • Jonathan solo en casa.

    Al fin se presentaba la oportunidad de realizar aquellas cosas que sus padres no le permitían hacer, como ver una película sanguinolenta, comerse una bolsa de patatas fritas o jugar a la pelota en el salón.
    Ahora tenía el mundo en sus manos y no quería desaprovechar la ocasión de estrujarlo.
  • Jonathan solo en casa.

    Pero como en casa consideraban que no había alcanzado la edad suficiente como para navegar por Internet sin la supervisión de un adulto. Por eso, su padre le había prohibido tajantemente que tocara el portátil si él no
    estaba delante.
  • Jonathan solo en casa.

    En realidad, hubo un tiempo en que Jonathan odió los
    libros con todas sus fuerzas. Le parecían tropas enemigas
    que asaltaban incansablemente la fortaleza que era la atención de su padre.
  • Jonathan solo en casa.

    Mientras la pantalla se encendía, miró hacia el espejo que colgaba en una de las paredes y vio su propio reflejo
    sentado a la mesa. Por un instante se sintió alguien importante, un hombre hecho y derecho, y sonrió al reconocer en sus facciones algunos de los rasgos característicos de su padre .
  • Jonathan solo en casa.

    Finalmente, había aceptado que el hombre que lo trajo al mundo era un padre distinto a los demás, uno que prefería el silencio al bullicio ,la soledad a la compañía, la contemplación a la práctica.
  • Jonathan solo en casa.

    Intento abrir la portezuela del contador de electricidad y mirar si podía devolver la luz algunos de los interruptores, pero aquello supondría una falta mucho más grave que el uso del ordenador. Su padre le había prohibido tocar el cuadro de luces y la caldera de gas rozaban el ámbito de lo delictivo.
  • Jonathan solo en casa.

    A los pocos segundos, viendo que la luz no regresaba,
    Jonathan sintió pánico. No estaba preparado para algo así. No, no lo estaba en absoluto. El miedo había recuperado el terreno a una velocidad asombrosa. Ahí estaba, soberano y feroz, adueñándose de todos los rincones de su alma. Estuvo a punto de llorar.
  • Jonathan solo en casa.

    Por un momento se paso 2 horas cotilleando por la web de la escuela, buscando películas i repasando la web de su propio colegio.
  • Jonathan solo en casa.

    Pero la noche en que se quedó solo por primera vez, la del 3 de febrero de 2011, decidió saltarse las normas.
    Antes de llevar a efecto su travesura, se dirigió a la
    cocina, hundió un dedo en el tarro de Nocilla y bebió Coca Cola directamente de la botella. ¡Qué mayor se sentía haciendo estas cosas!
  • Jonathan solo en casa.

    Pero como en esa noche estaba todo a sus manos se fue a jugar a la PlayStation i cuando sus ojos empezaban a acusar con el cansancio abandono el despacho para ir a buscar el jersey ya que hacia mas frio que antes. Por un instante deseó que sus padres regresaran de la cena.
  • Jonathan solo en casa.

    Dos horas después, cuando sus padres regresaron, no
    encontraron ninguna dificultad para abrir la puerta principal. El cerrojo no estaba puesto y la luz se encendió tan
    pronto como accionaron el interruptor. Todo estaba en orden. Salvo un detalle: su hijo había desaparecido.
  • Jonathan solo en casa.

    También pensó en salir de la casa y llamar al vecino pidiéndole ayuda, pero rechazó esa posibilidad, vivía en la puerta de al lado, un chico de su edad con quien se había peleado en varias ocasiones, llamándole cobarde, gallina y llorica.