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Suspenso
Esto era una vez, un niño llamado Iker Urrutia, que tenía 14 años, que en verano, se quería ir de viaje con sus amigos, pero... Había suspendido Cultura Clásica, y sus padres no le dejaban ir. -
Llegada a la Casa Rural
Días más tarde, Iker y sus padres fueron a una casa rural, situada en la Rioja, a la que no le apetecía nada ir. Cuando llegó estaba frustrado porque se quería ir a su casa, pero más tarde conoció a Sara, que también tenía 14 años, y que le pareció muy guapa, y también conoció a su hermano Aleix, que tenía 12 años. -
Los nuevos amigos
Más tarde conoció a Sara, que también tenía 14 años, y que le pareció muy guapa, y también conoció a su hermano Aleix, que tenía 12 años. -
Ruidos extraños
La primera noche escucharon unos ruidos extraños que venían de la bodega. -
La leyenda de los frailes
Aleix, le contó una leyenda a Iker, sobre que antiguamente en esa casa, había un fraile, que murió, y lo enterraron en las paredes de la bodega. -
Gritos
Una de aquellas noches, los huéspedes, empezaron a oír unos gritos que venían de la habitación de Doña Rosalía. Iker, Sara y Aleix también los escucharon. -
Muerte de Doña Rosalía
Cuando oyeron aquellos gritos, todos fueron corriendo hacia la habitación, de Doña Rosalía, y vieron a Gema llorando porque estaba Doña Rosalía tirada en el suelo. A la mañana siguiente fue la policía a investigar y dijeron que Doña Rosalía había muerto. -
Los niños investigan
Los niños comienzan a investigar la muerte de doña Rosalia. Cuando fueron a investigar a la habitación a investigar y encontraron una foto de ella justo antes de su muerte,debajo de su almohada y en el cuarto de baño, encontraron una peluca. -
La bola de anís. Y la caja
Iker descubrió que la bola extraña que parecía una píldora en verdad era una bola de anís. Mas tarde fuero a la bodega y encontraron una caja fuerte que llevaba un candado que no pudieron abrir pero lo intentaron con unas llaves y descubrieron que la llave que la abría, era un collar con una llave que le haía regalado su abuela. La abrieron y encontraron muchas cartas que no quisieron leer. Más tarde fueron a llevarle la caja a Doña Lidia, la cual quedó asombrada.