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Misterios a domicilio: Pistas apestosas

  • Adopción.

    Adopción.
    Después de muchas súplicas, los padres de Hugo y Olivia por fin les dejaron adoptar un perro y a este perro le llamaron Troya.
  • Desaparición.

    Desaparición.
    Cuando iban a sacar a Troya a pasear, a la madre de Hugo se le olvido la correa dentro de casa y fue a buscarla. Troya estaba esperando dentro del ascensor mientras que Hugo estaba sujetando la puerta con el pie y en un descuido a Hugo se le escapo la puerta dejando que el ascensor bajase con Troya dentro, bajaron por las escaleras buscando en todos los pisos, pero Troya no estaba, había desaparecido.
  • Primera pista.

    Primera pista.
    El abuelo de Jun, que es el dueño del restaurante que está delante de la casa de Hugo, encuentra una caca de perro. Entonces avisa a Hugo y a su familia para ver si era una de las cacas de Troya, porque según Hugo las cacas de Troya eran muy peculiares. Después que Hugo observara la caca durante unos segundos, confirmó que pertenecía a Troya.
  • Primeras sospechas.

    Primeras sospechas.
    Tras observar la caca y buscar por los alrededores sin éxito, Hugo vio a la vecina del 4ºB entrando en el edificio con su bebé y fue entonces cuando tuvo sus primeras sospechas. ¡Todo encajaba!, su vecina odiaba los gérmenes y por lo tanto también a los perros, pero tras interrogarla llegó a la conclusión que ella no era culpable.
  • Sospechas 2.

    Sospechas 2.
    Hugo y su familia estuvieron preguntando por todo el edificio hasta llegar a Pepe el vecino del bajo B y nada más abrir la puerta, les llegó el olor a tortilla de patatas. y el padre preguntó
    -¿A qué huele?-
    En cuanto dijo eso, Pepe se puso nerviosísimo, seguramente porque tenía miedo a que su vecino le robase la receta que tanto ansiaba.
    -No le hagas caso Pepe. - Dijo la madre de Hugo, y le preguntó si sabia algo de Troya, pero Pepe no la había visto.
  • Más pistas.

    Más pistas.
    Mientras la familia de Hugo comía, el abuelo de Jun llamó al telefonillo, diciendo que antes había visto a un vecino paseando a un perro parecido a Troya, pero no había podido verle le cara porque llevaba una sudadera del Real Madrid con la capucha puesta. En cuanto escucho esto, Hugo se puso a pensar en quienes tenían esta sudadera y concluyó quién era el sospechoso número 3. ¡Él era al único al que no habían preguntado!
  • Sospechas 3.

    Sospechas 3.
    -¡Es Enrique!- Dijo Hugo.
    Era el único que tenía una sudadera del Real Madrid y entonces todos subieron a su piso para interrogarlo, pero se había ido de viaje.
  • La maceta de Troya.

    La maceta de Troya.
    A la mañana siguiente, al padre se le ocurrió como podían averiguar si Enrique tenía a Troya, sin necesidad de interrogarle: poner una cámara de vídeo escondida en una maceta en la puerta de casa de Enrique. Así sabrían si Troya salía a pasear con él.
  • Espiando a Enrique.

    Espiando a Enrique.
    Pasaron los días y por fin Enrique regresó a su casa. Pero no vieron ni rastro de Troya. Así que deciden interrogarle.
    Subieron todos a su planta y Enrique al verlos se puso muy nervioso, pero el motivo eran los gritos de su hija Laura.
    Entonces le cuentan la desaparición de Troya y que la vieron con una persona que llevaba su sudadera. Enrique les dice que no sabe nada del asunto y que su sudadera salió volando con el aire, y cree que cayó en el patio de Chufa y Lola (las vecinas del bajo A).
  • Tras la última pista.

    Tras la última pista.
    Al día siguiente deciden bajar a casa de Chufa y Lola, al ver llegar a tanta gente Lola se asusta, ellos le piden entrar, pero esta les dice que no, ya que no estaban arregladas para recibir visitas. Le preguntan si han visto la sudadera del Real Madrid en su patio, y Lola les dice que no. Así que van a casa de Pepe para ver si está en el otro patio.
  • Resolviendo el misterio.

    Resolviendo el misterio.
    Al llegar a casa de Pepe, escuchan ruidos de fondo, pero no les hacen caso y preguntan por la sudadera. Pepe dice no saber nada de ella, entonces aparece el robot aspiradora arrastrando algo marrón, ese algo era...¡CACA!
    En ese momento Pepe empieza a llorar y se declara culpable.
  • Troya regresa

    Troya regresa
    Pepe confiesa que no quería devolver a Troya porque le hacía muy feliz.
    Hugo y su familia se ponen muy contentos al encontrarla y con Troya ya en casa todo vuelve a la normalidad.