HISTORIA DEL VOTO DE LA MUJER EN MÉXICO

  • ESTADO PIONERO

    se realizó el primer Congreso Feminista impulsado por el gobernador de Yucatán (estado pionero en el derecho de las mujeres) y varias mujeres líderes de opinión.
  • Primer Congreso Nacional Feminista

    la Sección Mexicana de la Liga Panamericana de Mujeres convocó al Primer Congreso Nacional Feminista. De las principales demandas que salieron de ahí estaban: la igualdad civil para que la mujer pudiera ser candidata a cargos administrativos al igual que emitir el sufragio.
  • Iniciativa a la Cámara de Senadores para que las mujeres pudieran obtener la ciudadanía

    Lázaro Cárdenas envió una iniciativa a la Cámara de Senadores para que las mujeres pudieran obtener la ciudadanía, y así el voto. Cárdenas afirmaba que: “En México el hombre y la mujer adolecen paralelamente de la misma deficiencia de preparación, de educación y de cultura”
  • Participación de las mujeres en las elecciones municipales

    el presidente Miguel Alemán aprobó una iniciativa para que el artículo 115 constitucional estableciera la participación de las mujeres en las elecciones municipales, en igualdad de condiciones que los hombres. Sin embargo, eso no era sólo el inicio ya que lo que se quería era lograr el voto en las elecciones federales
  • Derecho a votar y ser electas

    más de 20 mil mujeres se congregaron en el Parque 18 de marzo de la Ciudad de México para demandar lo que les había prometido el entonces candidato a la presidencia, Adolfo Ruiz Cortines. Ellas querían ver plasmado en la Constitución el derecho a votar y ser electas y el político les reiteró su compromiso
  • Lucha femenina para exigir los derechos de votación

    17 de octubre de 1953 fue el día en que las reglas cambiaron, la lucha femenina para exigir los derechos de votación y de ciudadanía, había empezado a manifestarse mucho antes, desde finales del siglo XIX
  • Votan por primera vez las mujeres

    3 de julio de 1955 las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a elegir diputados federales, y aunque este fue un gran paso en el proceso de democratización del país, la realidad es que al género femenino le costó muchísimo emanciparse del yugo masculino y de la presión ejercida por sus padres y esposos