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La Hojarasca
Entonces sentí algo frío a mis espaldas, volví a mirar y no vi sino la pared de madera seca y agrietada. Pero fue como si alguien me hubiera dicho desde la pared: «No muevas las piernas, que el hombre que está en la cama es el doctor y está muerto.» Y cuando miré hacia la cama, ya no lo vi como antes. Ya no lo vi acostado sino muerto.
(http://biblio3.url.edu.gt/Libros/garcia_marquez/hojarasca.pdf) -
El Coronel No tiene Quien Le Escriba
Eran las siete y veinte cuando acabó de dar cuerda al reloj. Luego llevó el gallo a la cocina, lo amarró a un soporte de la hornilla, cambió el agua al tarro y puso al lado un puñado de maíz. Un grupo de niños penetró por la cerca desportillada. Se sentaron en torno al gallo, a contemplarlo en silencio. -No miren más a ese animal -dijo el coronel-. Los gallos se gastan de tanto mirarlos. (http://biblio3.url.edu.gt/Libros/el_coro.pdf) -
Los Funerales de la Mamá Grande
La jaula estaba terminada. Baltazar la colgó en el alero, por la fuerza de la costumbre, y cuando acabó de almorzar ya se decía por todos lados que era la jaula más bella del mundo. Tanta gente vino a verla, que se formó un tumulto frente a la casa, y Baltazar tuvo que descolgarla y cerrar la carpintería.(https://escritoresnoveles.files.wordpress.com/2015/09/los-funerales-de-mamc3a1-grande-gabrielgarcc3adamc3a1rquez.pdf) -
Cien Años de Soledad
Está comprobado que el demonio tiene propiedades sulfúricas, y esto no es más que un poco de solimán. Siempre didáctico, hizo una sabia exposición sobre las virtudes diabólicas del cinabrio, pero Úrsula no le hizo caso, sino que se llevo a los niños a rezar.
(http://www.secst.cl/upfiles/documentos/19072016_1207am_578dc39115fe9.pdf) -
Relato de un Náufrago
En 20 sesiones de seis horas diarias, durante las cuales yo
tomaba notas y soltaba preguntas tramposas para detectar sus contradicciones, logramos
reconstruir el relato compacto y verídico de sus diez días en el mar. Era tan minucioso y
apasionante, que mi único problema literario sería conseguir que el lector lo creyera. No fue
sólo por eso, sino también porque nos pareció justo, que acordamos escribirlo en primera
persona y firmado por él. -
El Otoño del Patriarca
La segunda vez que lo encontraron carcomido por los gallinazos en la misma oficina, con la misma ropa y en la misma posición, ninguno de nosotros era bastante viejo para recordar lo que ocurrió la primera vez, pero sabíamos que ninguna evidencia de su muerte era terminante, pues siempre había otra verdad detrás de la verdad.(https://www.docdroid.net/dnUOVNX/garcia-marquez-el-otono-del-patriarca-pdf#page=33) -
Crónica de una Muerte Anunciada
Mi madre fue la única que no fue a saludarlo
cuando supo quién era. «Me parecía muy bien que se casaran -me dijo-. Pero una cosa
era eso, y otra muy distinta era darle la mano a un hombre que ordenó dispararle por ,la
espalda a Gerineldo Márquez.» Desde que asomó por la ventana del automóvil
saludando con el sombrero blanco, todos lo reconocieron por la fama de sus retratos.
(http://www.juansanmartin.net/biblioteca/gabriel/cronicadeunamuerte.pdf) -
El Amor en los Tiempos de Cólera
Así que prefirió demorarse unos minutos más para dejar todos los pormenores
resueltos, aunque apenas si podía soportar la ansiedad de compartir con su esposa las
confidencias de la carta. Se comprometió a avisar a los numerosos refugiados del Caribe
que vivían en la ciudad (http://www.jfk.edu.ec/jfk/images/librospdf/Gabriel_Garcia_Marquez_-_El_Amor_en_los_Tiempos_del_Colera_Parte1.pdf) -
Noticia de un Secuestro
Dos hombres abrieron la puerta de Maruja y otros dos la de Beatriz. El quinto disparó a la
cabeza del chofer a través del cristal con un balazo que sonó apenas como un suspiro por el
silenciador. Después abrió la puerta, lo sacó de un tirón, y le disparó en el suelo tres tiros
más. (http://www.anffos.cl/Descargas/BIBLIOTECA/Gabriel%20Garc%C3%ADa%20M%C3%A1rquez%20-%20Noticia%20de%20un%20Secuestro.pdf) -
Vivir para Contarla
Algo había cambiado en ella que me impidió reconocerla a primera vista. Tenía cuarenta y cinco años. Sumando sus once partos, había pasado casi diez años encinta y por lo menos otros tantos amamantando a sus hijos: Había encanecido por completo antes de tiempo, los ojos se le veían más grandes y atónitos detrás de sus primeros lentes bifocales, y serio por la muerte de su madre, pero conservaba todavía la belleza romana de su retrato de bodas, ahora dignificada por un aura otoñal. -
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Link de la información de estas 10 obras:(https://www.elplural.com/playtime/libros/mejores-libros-gabriel-garcia-marquez_234632102)