Edades de la piedra y el metal.

  • 11,000 BCE

    Paleolítico (2.500.000 a.C. – 10.000 a.C)

    Las poblaciones eran nómades y solían movilizarse en pequeñas tribus o grupos reducidos. Las actividades principales eran la recolección de frutos y la caza. Se dio el descubrimiento del fuego, durante el Paleolítico inferior.
  • 10,000 BCE

    Mesolítico (10.000 a.C. – 8.000 a.C.)

    Este período se destacó por el trabajo de la piedra, en forma pulida y astillada. Además, surgieron las primeras poblaciones sedentarias favorecidas por las prácticas de la caza, la recolección de frutos y la pesca.
  • 8000 BCE

    Neolítico (8.000 a.C. – 6.000 a.C.)

    El Neolítico se caracterizó por el uso de herramientas de piedra moldeada y pulida. Además, se destacó por el desarrollo de la agricultura y la ganadería, la alfarería, las artes, la domesticación de ciertos animales y la consolidación de la vida sedentaria.
  • 6000 BCE

    Edad de Cobre (6.000 a.C. – 3.600 a.C.)

    La Edad del Cobre está asociada al descubrimiento del cobre nativo por parte de la humanidad, que desconocía los procesos de fundición y procedía a manipularlo mediante el martillado y el batido el frío.
  • 3600 BCE

    Edad de Bronce (3.600 a.C. – 1.200 a.C.)

    La Edad de Bronce corresponde a la segunda de las tres etapas de la Edad de los Metales, y fue un periodo de la prehistoria que comprendió desde el 3000 hasta el 1200 a. C. Surgió con el descubrimiento de la fusión del estaño con el cobre que dio como resultado el bronce, un metal más resistente que los anteriores conocidos.
  • 1200 BCE

    Edad de Hierro (1.200 a.C. – 200 a.C.)

    La Edad de Hierro se caracterizó por: El descubrimiento del hierro que resultó un metal más duro que el bronce y más abundante en la naturaleza. El uso del hierro para fabricar armas, armaduras y herramientas. El inicio del período se produjo de manera gradual según la ubicación geográfica.
  • 200 BCE

    Edad de Acero (200 a.C.)

    El acero llegó tiempo después del hierro. Hasta varios años más tarde no se descubrió la aleación de hierro y carbono que reveló el acero. Este nuevo material se convirtió en el preferido para elaborar armaduras y armas, pero no era fácil de fabricar y se conseguían pocas cantidades. A mediados del siglo XIX el ingeniero Henry Bessemer revolucionó la fabricación de este material.