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Cambios en los Ecosistemas
La capacidad de los ecosistemas de proporcionar beneficios a los seres humanos, depende de los ciclos medioambientales del agua, el nitrógeno, el carbono y el fósforo. En algunos casos, estos procesos han sido modificados de forma significativa por la actividad humana. Los cambios han sido más rápidos en la segunda mitad del siglo XX que en ningún otro momento de la historia de la humanidad -
El ciclo del agua
Se conoce como al proceso de circulación del agua, constituye uno de los circuitos biogeoquímicos más importantes del planeta, el agua sufre una serie de desplazamientos y transformaciones físicas, atravesando los tres estados de la materia: líquido, sólido y gaseoso.
La captación de agua desde ríos y lagos para irrigación, usos urbanos y aplicaciones industriales se ha duplicado a partir del años 1960, en el Norte de África, el agua subterránea se capta más rápido de lo que se renueva. -
El Ciclo del Fósforo
Es un nutriente esencial que se encuentra en las macromoléculas, incluyendo el de los humanos y otros organismos. Es el nutriente mas escaso debido a que es lento, lo que restringe el crecimiento en los ecosistemas acuáticos.
Con el paso del tiempo, el empleo de fertilizantes en suelos agrícolas lo triplico en 1960, siendo tres veces mayor que el flujo natural, provocando eutrofización (crecimiento excesivo de algas) agotando el oxígeno y creando una zona muerta. -
El ciclo del Carbono
Es un elemento esencial en los cuerpos de los seres vivos, e importante para los humanos modernos, en la forma de combustibles fósiles.
Por otro lado comprende una secuencia de eventos que es clave para hacer a la Tierra capaz de sostener vida.
A inicios de 1989, la respiración del suelo aumentó en aproximadamente 0,1 por año, como consecuencia, de una nueva gestión forestal y nuevas prácticas agrícolas, afectando el clima y los océanos. -
El Ciclo del Nitrógeno
Se denomina como ciclo del nitrógeno a cada uno de los procesos biológicos (de plantas, animales y microorganismos) y abióticos (de la luz, pH, características del suelo, entre otros) en que se basa el suministro de este elemento en los seres vivos. Como consecuencia de las actividades humanas se multiplicó por nueve a partir del año 1990 por el empleo de fertilizantes sintéticos.