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Corriente positivista
Presenta un Determinismo natural. Enclavada en el orden de la naturaleza, en esta corriente impera lo permanente, lo inmutable. Le interesan los fenómenos circunscritos al ámbito de la “superficie
terrestre”. El naturalismo aplica el método de las ciencias naturales como única vía para cientifizar las sociales. Pretende
alcanzar mayor neutralidad y rigor científico, dado que el problema básico era originalmente acentuar el status científico
de la geografía. -
Corriente Regionalista
Enclavada en el historicismo, esta postura entiende que el conocimiento de lo humano se realiza a través del estudio de casos
particulares. Se dedica al estudio de lo excepcional, lo único, lo irrepetible que tiene cada lugar sobre la superficie
terrestre. La observación es el instrumento analítico clave, y
la función básica de esta escuela es describir el paisaje y la región. Se considera y se valora la acción humana como la capacidad de adaptarse, reaccionar, elegir, actuar. -
Nueva geografía o cuantitativa
Retoma la postura positivista, y añade otros nuevos para formar
parte entonces del neopositivismo. Esta geografía trabaja con gran cantidad de datos. Construye modelos ahistóricos y deja de ser la biología positivista la ciencia que marca el horizonte para ocupar su lugar la matemática y la física. El lenguaje
matemático y la lógica formal son instrumentos clave de esta escuela para estudiar la distribución espacial de los
fenómenos y buscar sus leyes. -
Corriente radical
Pone en el centro de su interés al hombre y sus problemas,
definiendo así la naturaleza social de la geografía. Incorpora la historia como perspectiva ineludible para lograr
explicaciones que permitan entender la realidad y poder luego operar sobre ella. Propone una mirada global,
integradora, y niega la neutralidad de la ciencia. Incorpora los conceptos de multicausalidad y de múltiples racionalidades. El espacio es reinterpretado; se lo concibe como un producto social.