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3770 BCE
Predecesores del Sistema Nervioso
Los primeros organismos pluricelulares no poseían un sistema nervioso, sin embargo las células epiteliales de dicho organismo empezaban a cumplir funciones de reconocimiento del ambiente que los rodeaba.
3770 Millones de Años -
2500 BCE
¡Las Primeras Neuronas!
El primer sistema nervioso fue desarrollado por organismos protozoarios acuáticos, estos eran de tipo reticular, con forma de red difusa.
Con el tiempo las células epiteliales se fueron alargando, y posteriormente, unas especializándose en funciones sensitivas mientras que otras en funciones motoras. Todo esto ocurrió en los cnidarios (Corales y anémonas).
2500 Millones de Años -
541 BCE
¡Aparecen las primeras agrupaciones nerviosas!
Tras la aparición de los ganglios, estos formarían los primeros pseudo-cerebros en organismos cordados: Los Anélidos (Gusanos y Caracoles).
También presentaban un sistema nervioso cordado, un haz compuesto por tejido nervioso, que atraviesa todo el cuerpo del organismo por un conducto dorsal.
541 Millones de Años -
485 BCE
Sistemas Nerviosos Alternativos
A diferencia de los anélidos cordados, los equinodermos presentaron un sistema nervioso de tipo radial, característico por su forma de anillo. -
145 BCE
Evolución Cerebral
Tras la aparición de los ganglios de los anélidos, y de su llegada a la tierra firme, los distintos organismos empezaron a desarrollar sus cerebros, cada nueva especie era un nuevo mapa potencial de desarrollo cognitivo, cada uno adoptado para una diferente situación.
145 Millones de años -
4 BCE
Aparecen los homínidos
Los primeros humanos primitivos aparecieron hace unos 4 millones de años, con el género de los australopitecos, caracterizados por caminar en dos patas. A partir de entonces, el tamaño de la cabeza ha ido aumentando, y con ello el cerebro. También se empezó a especializar, con la aparición de estructuras que hoy denominamos como las aéreas del cerebro. Con ello apareció el lenguaje y el aprendizaje. -
Y aquí estamos
La vida ha recorrido un largo camino hasta llegar aquí, muchas cosas han pasado y muchas otras pasaran, y aun así no hemos terminado de comprender el cerebro, y todavía falta mucho para eso. Pero allí seguiremos, investigando siempre incansables.