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Nacimiento de San Juan Eudes
Nacido en RI, en un pueblo de Normandía, Francia. Mayor de varios hermanos y criado en un hogar cristiano. Desde pequeño demostró su inclinación al amor de Dios y María. -
Paso por el Oratorio
Juan Eudes entra al Oratorio fundado por el cardenal
Pedro de Berulle, donde ingresó como novicio a los 22 años. Tres años después se ordenó como Sacerdote para servir a las comunidades. -
Congregación Jesús y María
Juan Eudes funda la Congregación de Jesús y María, una asociación de sacerdotes diocesanos, cuyo fin principal sería la formación de los futuros sacerdotes. Escoge a 4 de sus colegas para que lo dirijan y estos se consagraron a "la Santísima Trinidad". Busca el bien de los desvalidos y la formación de ministros al servicio de Jesus y de la iglesia. -
Muerte de San Juan Eudes
Sufre los improperios de sus enemigos, especialmente los jansenistas. Muere en Caen, el 19 de agosto de 1680, el 25
de abril de 1909 fue beatificado y el 31 de mayo de 1925 era proclamado santo. En sus últimos días realizó un culto a los sagrados corazones. -
Clausura de seminarios de la Congregación
Tras la muerte de Juan Eudes, la congregación continuó con su desarrollo. Sin embargo, a causa de la revolución Francesa tuvo que clausurar sus seminarios y sus padres se vieron obligados a dispersarse. -
Reaparición de la Congregación
La Congregación se reconstruye hacia 1826 y se dedica principalmente a la educación cristiana en colegios. -
La comunidad Eudista en Colombia
Desembarca en Cartagena de Indias (Colombia), procedente de Francia, el padre Teodoro Hamón para tomar la dirección del Seminario, del que la Congregación acababa de encargarse por petición expresa del papa León XIII. Poco a poco se enraizó un pudo consolidarse en otros países de América Latina. -
Expansión de la Congregación y sus principales objetivos
La Congregación se encuentra en ocho países y cuenta con cuatro provincias: la provincia de Francia, Colombia, América del Norte y Venezuela. Los Eudistas trabajan por la renovación de la fe en el Pueblo de Dios, porque la Iglesia tenga buenos pastores, ayudan en la formación y en el servicio a los presbíteros y demás ministros. Honran el Corazón de María, unido inseparablemente al de Jesús y modelo de esta unión.