-
La transición inevitable por la vejez y la muerte.
Baltes había propuesto la comprensión del cambio psicológico como un proceso constante sin rupturas o discontinuidades, dando énfasis a la importancia de los contextos culturales, los efectos generacionales en proceso y la multi-causalidad de la evolución de los procesos psicológicos. El estudio de la vejez y la muerte dentro del marco de la transiciones, donde la edad no es determinante del desarrollo y las diferencias interindividuales y el tiempo cronológico derivan en tiempo social. -
El niño, organismo que se adapta y evoluciona.
El conocimiento de los eruditos que se preocupan por los
niños y los jóvenes se va a transformar severamente; ya
no se considerará al niño como un adulto en miniatura;
se propondrá a cambio el postulado particular del niño
como un organismo que evoluciona, visión dinámica
que es posible en virtud de aquello que Delval señala
como la fase de “La aparición de las primeras observaciones sistemáticas”. -
Superación de la imagen del niño como adulto en miniatura
Bower expone, en este sentido la psicología del desarrollo hunde sus raíces históricamente sobre los avances de la medicina, la pedagogía y las prácticas familiares y culturales, que a su vez dan lugar a políticas de intervención social que implican la prevención acerca de la morbilidad infantil, la educación y el desarrollo armónico de los niños y adolescentes. -
La evolución del niño, el joven y el adulto, objetos de estudio distinto
Delval denomina a este período como el de
“La constitución de la psicología del niño como una disciplina independiente".
En esta perspectiva, la psicología del desarrollo de
principios del siglo XX produce una nueva ruptura que
consiste en transformar el conocimiento del sentido común en conocimiento científico, sin olvidar la existencia
de representaciones sociales previas que sirven como objetos de estudio
independientes, dentro del marco de la evolución. -
El sujeto como pensador lógico y científico natural, situado en la intersubjetividad
La psicología del desarrollo va a proponer mecanismos de explicación cada más refinados dentro de la aceptación generalizada de que el niño, el adolescente y el adulto son pensadores lógicos, científicos naturales, procesadores de información, además de seres dotados de intersubjetividad que se acoplan maravillosamente a lo social desde el momento en que nacen.
Este período corresponde a “el desarrollo sistemático; pugna
entre acumulación de datos y teorías”. -
Identificación y caracterización de competencias neonatales insospechadas, analogías, homologías y racionalidad mejorante
Los estados de desarrollo del niño tienen ciertas semejanzas
y, al mismo tiempo, diferencias frente al modelo del adulto terminado, quien entre otras cosas nunca termina su
evolución; las funciones y los procesos pueden coincidir
en cuanto a su existencia, por ejemplo la percepción del
niño y la percepción del adulto frente a las constancias
perceptivas, la tercera dimensión, etc., en donde las acciones, los procedimientos, las reglas y las significaciones
psicológicas son distintas.