Teatro

Historia del teatro en Guatemala

  • Period: to

    El teatro clasico

    El teatro en 1945 -al igual que el país- comenzó una nueva etapa. El presidente Juan José Arévalo durante su gobierno tomó decisiones de apoyo a las artes en general. De manera singular, el movimiento teatral se vio beneficiado con la selección presiden cial, en marzo de 1945, de la educadora catalana María Solá de Sellarés (exilada de España) como directora del Instituto Normal para Señoritas Belén. Bajo su dirección germinó, en dicho plantel educativo.
  • montajes de fundamentos

    María Solá de Sellarés fue removida como directora de ese instituto pedagógico al principio de 1948, y con su destitución termino el grupo de teatro de Belén. Sin embargo, el interés que había despertado en la gente joven no se termino; quienes habían hecho teatro bajo su dirección continuaron haciéndolo, ahora por su cuenta. Hasta cierto punto la Universidad de San Carlos fue alero para las inquietudes de estos jóvenes estudiantes, y el 2 de junio de 1948 fue creado el Teatro de Arte Universita
  • juegos deportivos

    En 1950 el TUC volvió a Guatemala en ocasión de los VI Juegos Deportivos Centroamericanos, a inaugurar el teatro al aire libre de la Ciudad Universitaria con Medea, de Eurípides, y obras de Valle Inclán y Alejandro Casona. Además de su influencia en lo estrictamente artístico, la presencia del grupo cubano suscito un plan de estructuración del TAU como una entidad que simultáneamente fuese escuela y compañía de teatro, si bien dicha organización comenzó hasta en 1953, durante el tercer año del r
  • compañia TAU

    TAU como una entidad que simultáneamente fuese escuela y compañía de teatro, si bien dicha organización comenzó hasta en 1953, durante el tercer año del rectorado del ingeniero Miguel Asturias Quiñones. Esta gira inicio una etapa de intercambio epistolar entre los teatristas jóven de Guatemala y Cuba.
  • TAU

    En 1958 el TAU monto Los persas de Esquilo, en el auditorium del Conservatorio Nacional, con bastante aceptación por parte del publico. Puede decirse que esta puesta en escena fue la primer obra griega que en Guatemala tenía un montaje con visos de calidad profesional, pues aunque Carlos Mencos siempre fue aficionado al teatro clásico, sus anteriores montajes (como Electra, de Sófocles, en abril de 1954) habían sido versiones muy estudiantiles, sin pretensión de profesionalismo.