-
240 BCE
El equilibrio como fundamento filosofico
El primer término de la tríada previamente mencionada
–“equilibrio”– demostró ser crucial en los razonamientos
que condujeron al matemático siracusano Arquímedes
(c. 287 a.C. – c. 212 a.C.) hasta la ley de la palanca, posiblemente
la primera ley mecánica enunciada en la historia en la
que jugaba un papel fundamental la condición de equilibrio. -
Newton y su ley de equilibrio de fuerzas
La tercera ley de Newton, a su vez, introdujo una nueva simetría
dinámica estipulando la igualdad de las fuerzas de acción y
reacción entre dos cuerpos interaccionantes.3 Si el objeto 1
ejercía sobre el objeto 2 una fuerza F12, entonces el 2 ejercía
sobre 1 una fuerza F21 tal que F12 = –F21. Así pues, parecía
existir una suerte de exacta compensación entre las mutuas
acciones mecánicas de los cuerpos. -
La combinación del atomismo y el mecanicismo
La combinación del atomismo con el mecanicismo newtoniano
condujo a la llamada filosofía corpuscular, cuya
aplicación a la química tuvo su más insigne abanderado en
el británico Robert Boyle (1627-1691). Su pretensión de
explicar todos los procesos químicos sobre la base de fuerzas
microscópicas –atractivas o repulsivas– entre los presuntos
corpúsculos materiales, se encaminaba en una dirección esencialmente correcta, si bien resultó demasiado exigente para
las capacidades matemáticas -
Balance nulo de fuerzas D´Alembert
Cerrando el círculo, el siglo XVIII acudía con el principio
de los trabajos virtuales del francés D’Alembert (1717-1783),
mediante el cual los problemas dinámicos podían reconvertirse
en situaciones estáticas.4 Escribiendo las ecuaciones como
un balance nulo de fuerzas, SiFi – ma = 0 (con Fi = fuerza
i-ésima aplicada, m = masa y a = aceleración), se añadían en
ellas las restricciones, o “ligaduras”, que especificaban las
circunstancias concretas de cada situación. -
Period: to
Camino del equilibrio y la química del equilibrio
Inicialmente, el británico Thomas Young (1773-1829) utilizó
la denominación de “energía” para la vis viva de Leibniz,
pero el nombre hizo fortuna y no tardó en extender su campo
de aplicación. El escocés William Rankine (1820-1872),
introdujo la expresión “energía potencial”, y William Thomson
Lord Kelvin la de “energía cinética”, cuando la distinción
entre fuerza y energía aún permanecía confusa. Fue también
Kelvin quien acuñó la familiar expresión “conservación
de la energía” en 1882 -
Lavoisier y la conservación de la materia
La depuración de los últimos restos del alquimismo progresó
gracias a la obra pionera del francés Antoine Laurent
De Lavoisier (1743-1794), quien además de proponer un
sistema lógico de nomenclatura para los elementos químicos,
demostró experimentalmente la conservación de la materia
en las reacciones químicas -
Period: to
El estudio de las cargas electromagnéticas
Michael Faraday (1791-1867), Conocimiento de la electricidad y el magnetismo,
Faraday estableció en 1834 las leyes de la electrolisis
a partir de una serie de estudios experimentales sobre el
fenómeno de la descomposición de sustancias químicas por la
acción de una corriente eléctrica. Joseph Henry (1797-1878)
y Heinrich Lenz (1804-1865). La inducción electromagnética
consiste en que cualquier variación de flujo magnético a través
de un circuito cerrado genera una corriente inducida. -
La ley de acción de masas
Gracias a Jean-Baptiste Dumas (1800-1884) era conocido
que algunas transformaciones químicas podían quedar incompletas
a causa de la compensación entre reacciones inversas
una de otra.28 Antes incluso de la obra señera de Berthollet,
ya se hablaba difusamente de la noción de “afinidad química”
como la tendencia de unas especies químicas a reaccionar
con otras, caracterizada por coeficientes dependientes de
la temperatura y de la naturaleza química de las sustancias
participantes. -
Josiah Willard Gibbs
fue un físico estadounidense que contribuyó de forma destacada a la fundación teórica de la termodinámica. -
Wilder Dwight Bancroft.
Si bien Gibbs sólo empleó en sus escritos
las palabras “potencial” y “potencial intrínseco”, el nombre
actual de “potencial químico” parece haber sido acuñado
en 1899 por el químico-físico de la universidad de Cornell,
Wilder Dwight Bancroft.