Feminismo

  • Louise Michel (1830-1905). La primera ola: el feminismo ilustrado. Reivindica la ciudadanía de las mujeres.

    Louise Michel (1830-1905). La primera ola: el feminismo ilustrado. Reivindica la ciudadanía de las mujeres.
    Educadora, poeta y escritora anarquista francesa. Está en primera fila de los acontecimientos de los 17 y 18 de marzo de 1871, que marcan el inicio de la Comuna de París. Louise Michel es presidenta del Comité de Vigilancia del distrito XVIII. Como tal, encabeza la manifestación de mujeres que impedirá que los cañones pasen a manos de los "Versalleses", y logrará que los soldados confraternicen con los guardias nacionales y el pueblo parisino.
  • Emmeline Pankhurst (1858-1928). La segunda ola: el feminismo liberal sufragista. Reivindica principalmente el derecho al voto de las mujeres.

    Emmeline Pankhurst (1858-1928). La segunda ola: el feminismo liberal sufragista. Reivindica principalmente el derecho al voto de las mujeres.
    Activista política británica y líder del movimiento sufragista, que ayudó a las mujeres a ganar el derecho a votar en Gran Bretaña. Fundó la Unión Social y Política de las Mujeres, afín al Partido Laborista independiente. Defendían el uso de tácticas como el sabotaje, pintando con pintura en aerosol grandes construcciones de la ciudad, el incendio de comercios y establecimientos públicos o las agresiones a los domicilios privados de destacados miembros del Gobierno y del Parlamento.
  • Adrienne Rich (1929-2012). La tercera ola: el feminismo contemporáneo. Reivindica un cambio de valores y que la justicia legisle aspectos considerados antes como "privados".

    Adrienne Rich (1929-2012). La tercera ola: el feminismo contemporáneo. Reivindica un cambio de valores y que la justicia legisle aspectos considerados antes como "privados".
    Adrienne Rich tiene lugar propio en el movimiento feminista internacional que en los 70 del siglo pasado estipuló una nueva correspondencia con el mundo a partir del cuestionamiento de los roles sociales. Denuncia la culpa como una herramienta de control de las mujeres que se aplica con especial veneno a la representación de la madre como recolectora de hijos en el sistema de producción social.