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Fases de la Revelación de Dios

  • 6 BCE

    Alianza Nueva

    Alianza Nueva
    Los Profetas -
    Dios forma a su pueblo en la esperanza de la salvación, en la espera de una Alianza nueva y eterna destinada a todos los hombres (Is 2,2:4). Los profetas son los que hablan en nombre de Dios, anunciando la venida del mesías salvador, siendo María la expresión más expresiva y culminante.
  • 5 BCE

    La revelación de "Yo Soy" a Moisés

    La revelación de "Yo Soy" a Moisés
    Dios llamó a Moisés para liberar a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Dios estableció con el pueblo de Israel un alianza, Él se comprometía a proteger a su pueblo si los israelitas se comprometían a obedecer la Ley que Dios les entrego (los 10 Mandamientos).
  • 4 BCE

    Alianza de Sinai

    Alianza de Sinai
    Dios escogió a Abram llamándolo a abandonar su tierra para hacer de él “el padre de una multitud de naciones” (Gn 17, 5), y prometiéndole bendecir en él a “todas las naciones de la tierra” (Gn 12,3).
  • 3 BCE

    Los Patriarcas

    Los Patriarcas
    "Muchas veces y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros antepasados por medio de los profetas."
    Hebreos 1:1
  • 2 BCE

    La Alianza de Noé

    La Alianza de Noé
    "Entonces habló Dios a Noé y a sus hijos {que estaban} con él, diciendo: He aquí, yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra descendencia después de vosotros, y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganados y todos los animales de la tierra que están con vosotros; todos los que han salido del arca, todos los animales de la tierra."
    Génesis 9:8-10
  • 1 BCE

    Revelación primitiva

    Revelación primitiva
    La creación -
    "Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa."
    Romanos 1:20
  • 500

    La revelación Divina - El Mesías

    La revelación Divina - El Mesías
    "Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas."
    Juan 4:25
  • 1000

    La Revelación en el magisterio de la Iglesia

    La Revelación en el magisterio de la Iglesia
    Al Magisterio de la Iglesia le corresponde formular una interpretación auténtica, vinculante para los fieles, basada sobre la autoridad del Espíritu que asiste al ministerio docente del Romano Pontífice y de los Obispos en comunión con él. Gracias a esta asistencia divina, la Iglesia, ya desde los primeros siglos, reconoció en libros el testimonio de la Revelación, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, formulando así el “canon” de la Sagrada Escritura (Catecismo, 120-127).
  • 1563

    El Concilio de Trento

    El Concilio de Trento
    “El evangelio nos ha sido dado de manera progresiva: anunciado por los profetas, promulgado por Cristo y predicado por los apóstoles. De esta manera, el Evangelio es la única fuente de toda verdad saludable y de toda disciplina de costumbres.
    Este Evangelio se contiene en los libros inspirados de la Sagrada Escritura y en las tradiciones no escritas. El Concilio recibe con igual piedad y respeto la Sagrada Escritura y la tradición.” (Ruiz Arenas, 1998, 95-96).
  • Concilio Vaticano I

    Concilio Vaticano I
    “La revelación es un hecho sobrenatural y positivo, que tiene a Dios como autor y que es realizado por pura iniciativa suya. El objeto de la revelación es Dios mismo y los decretos eternos de su querer. Esta manifestación de Dios esta destinada a todo el género humano." (Ruiz Arenas, 1998, 98-100)
  • Concilio Vaticano II

    Concilio Vaticano II
    “Sitúa a la revelación en un contexto de diálogo interpersonal, por lo que a la acción reveladora de Dios se exige la respuesta personal del hombre en la fe. Jesucristo es la revelación definitiva y en él se realiza tanto la salvación como su manifestación. La respuesta del hombre se realiza a través de la fe, entendida como una
    relación del hombre con Dios y como una adhesión personal que comprende el conocimiento y el amor."
    (Ruiz Arenas, 1998, 100-101).