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Museo Vanguardista: Descubriendo el arte

  • Impresionismo: “Mujer con sombrilla. Madame Monet con su hijo”, de Claude Monet

    Impresionismo: “Mujer con sombrilla. Madame Monet con su hijo”, de Claude Monet
    Monet capta esta escena desde una perspectiva contrapicada, lo que hace que el cielo adquiera gran protagonismo. Este cuadro es una de las obras representativas del Impresionismo por el uso que el autor hace de los colores complementarios, la incidencia de la luz y la sombra, las pinceladas libres y la puesta en escena de la pintura al aire libre.
  • Fovismo: “La alegría de vivir”, de Henri Matisse

    Fovismo: “La alegría de vivir”, de Henri Matisse
    En este cuadro el color es centro de atención, limitando las formas con contornos oscuros y dando una sensación de espontaneidad. Fue una de las últimas obras que se realizaron con la técnica de pintura al aire libre, así como trata temas característicos del Fovismo como lo fueron los desnudos y el mundo rural. Además, esta obra expresa sentimientos del autor, lo que la convierte en un trabajo más sensual que violento y lleno de optimismo, como puede evidenciarse en el título.
  • Cubismo: “Chica frente al espejo”, de Pablo Picasso

    Cubismo: “Chica frente al espejo”, de Pablo Picasso
    Picasso pinta a su amante, Merle Walter, mirándose en un espejo. El aspecto de la mujer es deforme, por lo que tuvo varias interpretaciones. Sin embargo, es esa la razón por la que esta obra se ubica en el movimiento cubista, puesto que Picasso mezcla colores y formas sin restricción alguna, así como confunde la continuidad de líneas, planos y colores, creando nuevas dimensiones por medio de las figuras geométricas que representan la belleza, virtuosismo y sensualidad de la mujer.
  • Futurismo: “Dinamismo de un ciclista”, de Umberto Boccioni

    Futurismo: “Dinamismo de un ciclista”, de Umberto Boccioni
    En esta obra el artista italiano plasma el movimiento de un cuerpo en el espacio, en este caso, de un ciclista que maneja rápidamente. La pintura pertenece a la corriente futurista, ya que se caracteriza por poner la realidad en movimiento y representar la velocidad, tomando como punto de partida una acción para construir un nuevo orden del mundo moderno. Además, los colores le generan dinamismo a la obra y dan la impresión de una sucesión de momentos.
  • Expresionismo: “El caballo azul”, de Franz Marc

    Expresionismo: “El caballo azul”, de Franz Marc
    Características como el subjetivismo y la transmisión de emociones la hacen parte de esta corriente artística. En este caso en particular, el autor expresa un profundo sentimiento hacia la naturaleza por medio del retrato de un animal, los cuales diferenciaban sus obras. En esta pintura Marc intenta representar el mundo tal como lo ve el caballo, haciendo uso del color azul como sinónimo de masculinidad y espiritualidad.
  • Dadaísmo: “La Fuente”, de Marcel Duchamp

    Dadaísmo: “La Fuente”, de Marcel Duchamp
    “La Fuente” fue una auténtica revolución en el mundo del arte, demostrando cómo un objeto cotidiano, en este caso un orinal, puede considerarse una obra de arte en el momento en que el artista lo saca de su contexto original y lo ubica en uno nuevo (museo o galería) declarándolo como tal. Por esta razón, “La Fuente” hace parte de las pinturas dadaístas, ya que es un trabajo no convencional que utiliza como inspiración un objeto existente que no se contempla como artístico.
  • Surrealismo: “El hijo del hombre”, de René Magritte

    Surrealismo: “El hijo del hombre”, de René Magritte
    Aunque no se le ve el rostro al personaje principal de la pintura, en esta obra el autor realizó un autorretrato. Este trabajo simboliza, según algunos teóricos, la representación de un Adán moderno y su tentación por el mundo terrenal. Esta obra se ubica dentro del movimiento surrealista porque está inspirada en pensamientos ocultos y prohibidos para el autor, quien intenta mostrar una realidad superior de forma absurda e ilógica, donde la razón no puede dominar al subconsciente.
  • Existencialismo: “Otoño”, de Gustavo Boggia

    Existencialismo: “Otoño”, de Gustavo Boggia
    Por medio de la obra llamada “Otoño”, realizada por el pintor argentino Gustavo Boggia, se identifican aspectos existencialistas como el interés del autor por reflejar una incertidumbre visual sobre la existencia humana, demostrada a través de mundos desconocidos e inquietantes (en este caso una playa deshabitada), donde el hombre se pierde ante una realidad en la que se siente frágil y vulnerable. En el caso de “Otoño”, el artista representa la soledad y melancolía del ser.