HISTORIA DE LA MÚSICA CRISTIANA

  • 1900 BCE

    jubal

    jubal
    Jubal fue un descendiente de Caín, hijo de Lamech y Adah, y hermano de Jabal, y medio hermano de Tubalcaín y Naama. genesis 4:21
  • Period: 1 BCE to 100 BCE

    CRISTIANISMO PRIMITIVO

    En el pasado, los Levitas habían sido nombrados cantores y tañidores del templo, sin embargo, sus obras musicales se perdieron con el paso de las generaciones. En el año 70 d.C., el Segundo Templo fue destruido por las tropas del emperador Tito, y en los años siguientes, los levitas, junto con la mayoría de los judíos huyeron de Palestina
  • Period: 430 to 450

    HIMNOS CRISTIANOS

    Los himnos son cantos de alabanza y exaltación a Dios. Su uso en la práctica cristiana se menciona desde el Nuevo Testamento, en Mateo 26:30 cuando después de haber cenado Jesucristo y sus discípulos, se relata que juntos cantaron un himno cuyo nombre no se menciona.
  • Period: 1000 to 1400

    EDAD MEDIA

    Los usos que se le dieron a la música en los servicios religiosos de las comunidades cristianas se fueron ampliando durante la Edad Media, cuando tomaron un carácter más trascendental en la vida de los pueblos. Con la división del Imperio Romano en el año 395, el canto cristiano en Europa Oriental pasó a caracterizarse por su producción en la lengua griega, en el canto bizantino, mientras que en Europa Occidental, se produjo más en la lengua latina.
  • Period: to

    MÚSICA CLÁSICA

    Durante el período barroco, la música cristiana se hizo mucho más compleja en cuanto a instrumentos; el clavecín, el órgano y el piano se integraron tanto al espacio arquitectónico, como a los coros y a las orquestas europeas de música cristiana. En América y el Oriente, la música fue una forma presente en la evangelización de los pueblos nativos, especialmente en Nueva España.
  • Period: to 433 BCE

    TIEMPOS BÍBLICOS

    En la Biblia, el papel de la música para el pueblo cristiano cumple la función de alabanza, adoración y glorificación de Dios. Un ejemplo se halla en el capítulo 150 del libro de los Salmos, donde se hace una exhortación a alabar a Dios con instrumentos musicales de viento, de cuerda y de percusión.