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SIGUE una dieta saludable y equilibrada
La dieta juega un papel importante en el desarrollo y evolución de la enfermedad. Los hábitos alimentarios están siendo objeto de debate en los últimos años por su potencial contribución en el proceso inflamatorio. Una dieta saludable, variable y equilibrada aporta al organismo los nutrientes suficientes para su correcto funcionamiento. -
Realiza actividad física regularmente
Casi cualquier tipo de actividad física regular impacta positivamente sobre la evolución de la enfermedad, la discapacidad y algunos síntomas como la fatiga. Además, la actividad física es fundamental para prevenir el sobrepeso y enfermedades cardiovasculares. -
Exponte diariamente al sol
Un estudio publicado en febrero de 2018 afirma que la exposición al sol protege ante las recaídas de EM. Aunque se necesitan más investigaciones, son muchas las que coinciden en que la luz solar puede influir en el sistema inmune. Además, los rayos de sol ayudan al ritmo circadiano. -
Controla tu peso
Aunque el mecanismo no está claro, diferentes estudios sugieren un efecto causal del aumento del índice de masa corporal en la EM y hablan de un posible papel inflamatorio de éste. Además, la obesidad es un factor de riesgo cardiovascular. La Organización Mundial de la Salud recomienda equilibrar nuestro peso corporal con el fin de disminuir el riesgo de sufrir problemas de salud como la diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.