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EN LA ANTIGUEDAD
La historia antigua se inclina a preservar los elementos solemnes de la actividad científica, pero uno puede sospechar que muchas de las profundas cavilaciones de los pitagóricos (por ejemplo, alrededor de los números) tuvieron lugar mientras jugaban con configuraciones diferentes que formaban con piedras. -
EDAD MEDIA
Leonardo de Pisa (1170 – 1250), mas conocido como fibonacci, cultivo unas matemáticas numéricas con sabor a juego. Gracias a técnicas aprendidas de los árabes asombró poderosamente a sus contemporáneos hasta el punto de ser proclamado oficialmente por el emperador Federico II como Stupor Mundi. -
EDAD MODERNA
Gerónimo Cardano (1501 – 1576), El mejor matemático de su tiempo, escribió el Liber de ludo aleae, un libro sobre juegos de asar con el que se anticipo en mas de un siglo a Pascal y Fermat en el tratamiento matemático de la probabilidad. En su tiempo, como pare de un espíritu lúdico, los duelos medievales dieron paso a duelos intelectuales consistentes en resolver ecuaciones algebraicas cada vez más difíciles, con la participación masiva y más o menos deportiva, de la población estudiantil. -
Gottfried Leibniz (1646 – 1716)
un gran promotor de la actividad lúdica intelectual, afirmaba, en una carta de 1715, que “nunca son los hombres mas ingeniosos que en la invención de los juegos… Seria deseable que se hiciese un curso entero de juegos, tratados matemáticamente”. En otra carta, de 1716, comentaba lo mucho que le agradaba el ya entonces popular solitario de la cruz, y lo interesante que le resultaba jugarlo al revés. -
En 1735, Leonhard Euler (1707 – 1783)
hoyo hablar del problemas de los siete puentes de Konigsberg, y sobre la posibilidad de organizar un paseo que cruzase todos y cada uno de los puentes una sola vez (camino euleriano). Su solución constituyó el comienzo vigoroso de una nueva rama de las matemáticas, la teoría de grafos y con ella, de la topología general. -
William Rowan Hamilton (1805 – 1865)
recibió dinero por una de sus publicaciones que consistió en un juego matemático comercializado con el nombre de Viaje por el Mundo. Se trataba de efectuar, por todos los vértices de un dodecaedro regular (las ciudades de ese mundo) un viaje que no repitiese visitas a ciudades, circulando por los bordes del dodecaedro y volviendo al punto de partida (camino hamiltoneano).