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Autorización por parte de la asamblea nacional
La séptima asamblea constituyente del Ecuador autorizo la contratación de empresas nacional y extranjeras para la construcción de ferrocarriles. -
Inicio de la construcción del ferrocarril
El ferrocarril, también fue conocido como Ferrocarril del Sur, se inició en 1872, durante la segunda presidencia de Gabriel García Moreno, presentando en 1873 el tramo yaguachi-Milagro, 12 meses después García Moreno era asesinado. -
Presidencia de Eloy Alfaro
Después de años de pocos avances, la construcción se aceleró cuando el general Eloy Alfaro llegó a la presidencia. -
Se retoma la construcción del ferrocarril
Tras el triunfo de la revolución liberal cuando el país contaba con 91km de vía férrea y cuatro locomotoras, Eloy Alfaro decide continuar el proyecto del ferrocarril, se propuso retomar y llevar a término el viejo proyecto del ferrocarril del puerto de Guayaquil a Quito. Pero había una tenaz campaña de oposición protagonizada tanto por conservadores como por liberales. Mucha gente de aquel tiempo pensó que los Andes no se podrían conquistar por medio del ferrocarril. -
Contrato Valdivieso Harman
En 1897 el norteamericano Archer Harman quedaría a cargo de la construcción del ferrocarril interandino. -
Empieza la construcción
Así comenzó la construcción en el año 1899 con los contratistas norteamericanos Archer Harman (de Virginia) y Edward Morley -
La nariz del diablo
los carriles llegaron finalmente a un enorme obstáculo: una pared de roca casi vertical llamada «La Nariz del Diablo». Muchas vidas se perdieron en la construcción de lo que se considera como una obra maestra de ingeniería: un zig-zag cavado en la roca, que permite al tren, avanzando y retrocediendo sucesivamente.
Su nombre se debe en gran medida a la historia negra que le acompaña. cerca de 3.000 personas -en su mayoría jamaiquinos e indígenas- fallecieron durante la ejecución. -
Estación Chimbacalle
El general Eloy Alfaro inauguraba oficialmente la estación de chimbacalle de Quito. -
La obra había llegado a su fin
El 17 de junio de 1908, la Srta. América Alfaro, hija del general, colocó en la vía férrea un clavo de oro como símbolo de que la obra había llegado a su fin, abriendo las puertas del progreso a todas las poblaciones y ciudades por las que pasaba.