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Me llamo Rodolfo
Me llamo Rodolfo y soy un reno, nací el primer día del año, un primero de enero, en un establo enorme, donde también vivían todos mis amigos renos.
En ese enorme establo vivíamos en diferente corrales, y yo vivía con mi mamá y mi papá.
Mamá y papá y me cuidaban y amaban muchisimo. -
Mi mejor amiga
En el corral que estaba junto al de mi familia, vivía mi mejor amiga con su mamá y su papá.
Mi mejor amiga se llama Ayla, y al igual que yo es una rena.
Ayla nacío exactamente un mes después que yo, por lo que yo soy mayor que ella.
Ayla y yo salimos de los corrales de nuestras familias y jugamos en el enorme establo porque somo aún pequeños para salir del establo solos. -
El polo norte
Cuando cumplí tres meses ya era un poco mayor, y mis padres y los padres de Ayla nos dieron permiso de salir del establo a conocer el exterior.
Nosotros viviámos en el polo norte, y cuando salimos de corral pudimos ver las cabañas donde vivían unos humanos pequeños y con unas orejitas que terminaban en pico.
Vimos a un señor alto y con los cabellos canos, con ropa roja que se veía calentita, y una botas negras que le portegian de la nieve que había a donde voltearamos. Santa Clos le decían. -
Los regalos
Los meses siguieron pasando y fuimos conociemndo un poco más a los duendes que viviían en las cabañas.
Ellos trabajaban en el taller de Santa elaborando muñecas, carritos, bicicletas y demás juguetes.
Eran alegres, trabajadores y juguetones, pero tenían un defecto, ensuciaban mucho por donde iban pasando; tiraban las envoluturas, los moños, los empaques y cintas para pegar de los regalos que hacian en el taller de Santa, contaminando su hermosa aldea. -
¿Con papel y moño?
Nos acercamos un duende y le preguntamos por qué era necesario ponerles papeles de colores y moños a todos los regalos, si el juguete de adentro ya era hermoso.
Lo pensó y nos llevó a ver a Santa para platicar con él y poder explicarle que la aldea tenía montañas enormes de basura de los papeles y moños que usaban en los hermosos regalos que hacían. -
Mi cumpleaños
Pasaban los meses y todos mis amiguitos y yo ibamos creciendo, ya no eramos unos bebés, varios de mis amigos ya tenían un año, y ya casi era mi primer cumpleaños.
Ya era diciembre y comenzaba a hacer mucho frío, pero los renos no teníamos frío porque tenemos un pelaje que nos cubre como cobijas.