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La Revuelta de los Privilegiados (1787—1789)
Calonne había tratado de convencer a una Asamblea de Notables de que aceptasen un impuesto territorial universal, la reducción de la talla y la gabela y la abolición de las aduanas interiores, pero rechazaron estas medidas. Brienne, lo intentó de nuevo pero los notables respondieron que solamente una asamblea de representantes de los tres órdenes podría aprobar tal reforma y reclamaron una reunión de los Estados Generales. -
Etapa moderada y de monarquía constitucional (1789—1792)
Los diputados del Tercer Estado reclamaron el voto por cabeza e invitaron a los otros estamentos a que se les unieran. Sólo lo hicieron algunos miembros del bajo clero. Sieyès, los diputados decidieron constituirse en Asamblea Nacional. La mayor parte del clero y 80 nobles se unieron al Tercer Estado. Dirigidos por Mirabeau juraron no separarse hasta que hubiesen elaborado una Constitución a Francia. El triunfo del principio de soberanía nacional y el fin de la monarquía absoluta. -
Juramento del Jeu de Paume.
Tras haberse constituido en Asamblea Nacional, y al encontrarse la puerta de la sala en la que deliberarán cerrada por orden real, los representantes del tercer estado se reúnen en el frontón cubierto que servía para jugar a la pelota y juran solemnemente no separarse hasta dotar a Francia de una constitución. -
Toma de la Bastilla.
La destitución de Jacques Necker como ministro de Finanzas y los rumores sobre preparativos militares provocan el levantamiento armado de los parisinos, que se apropian de fusiles y cañones y cercan la prisión de la Bastilla, símbolo del despotismo. Su gobernador, De Launay, abre fuego contra los asaltantes causando un centenar de muertos, pero se ve obligado a capitular y es asesinado sobre el terreno. -
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
Después de que el 4 de agosto, en una frenética sesión nocturna, la nobleza y el clero rivalizarán por pedir la abolición de sus privilegios, la Asamblea Nacional aprueba la Declaración, cuyo primer artículo establece que «los hombres nacen y viven todos iguales en derechos». -
La Asamblea Nacional Constituyente (1789— 1791)
La reina Maria Antonieta y otros miembros de su Corte, no quiso aceptar esta revolución pacífica. Los parisinos, en busca de armas, asaltaron un símbolo del absolutismo. El rey cedió a retirar las tropas y llamó a Necker. Mientras tanto la revolución campesina. El miedo se extendió ante los rumores de una conspiración de aristócratas y se desencadenó la Grande Peur —el Gran Miedo—, que provocó desórdenes y disturbios por todo el país con el asalto de los campesinos a los castillos. -
Marcha sobre Versalles.
Ante la resistencia del rey a sancionar la Declaración de Derechos, y movilizadas por la carestía de la vida, las mujeres del mercado de Les Halles encabezan una marcha sobre Versalles que desemboca en el asalto al palacio real. Luis XVI y María Antonieta acceden a acompañar de vuelta a París a la turba para instalarse en las Tullerías. -
Huida del rey abortada en Varennes.
Sintiéndose prisioneros en las Tullerías, el rey, la reina y sus hijos emprenden la huida disfrazados, según un plan elaborado por el diplomático sueco Fersen, enamorado de María Antonieta. Tras un día de viaje hacia el norte, donde tropas leales deben escoltarles hasta el otro lado de la frontera, son descubiertos y detenidos en la localidad de Varennes, y de allí devueltos a París, donde reciben una gélida acogida. -
La Convención (1792—1795)
La Convención es la llegada al poder de la burguesía democrática. Defendían el liberalismo económico y la propiedad privada. . Estaban divididos en tres grupos: a la derecha, los girondinos (160) representaban a la alta burguesía comercial e industrial de Burdeos, capital de la Gironda. A la izquierda, los diputados jacobinos de (140), procedentes de la burguesía media y baja, eran Robespierre, Danton y Marat, «La Llanura» era el grupo de centro. -
Francia declara la guerra a Austria.
A instancias de Luis XVI, que en secreto busca la derrota de sus ejércitos, la Asamblea declara la guerra «al rey de Hungría y de Bohemia», para dar la impresión de que no lo hace contra el pueblo austriaco. Solo Robespierre y una minoría de diputados de la izquierda se oponen. -
Derrocamiento de la Monarquía.
La sublevación coordinada por las secciones parisinas con la ayuda de los federados llegados de Marsella desemboca en la toma por las armas y con un fuerte derramamiento de sangre del palacio de las Tullerías. El rey y su familia se refugian en la Asamblea Legislativa, y una Comuna Insurreccional se hace con el control del Ayuntamiento de París. La Asamblea suspende provisionalmente al rey y convoca una Convención Nacional. -
El rey jura la Constitución.
Mantiene la Monarquía y concede el derecho de veto a un rey con poderes limitados. La Asamblea Constituyente se disuelve y, tras unas elecciones de carácter censatario a las que no pueden presentarse los diputados salientes, se reúne el 1 de octubre la Asamblea Legislativa. -
Instauración de la República.
La Convención se reúne, declara abolida la Monarquía y proclama la República. Aunque apenas el diez por ciento de los franceses ejerce su derecho al voto, se trata del primer parlamento de la historia elegido por sufragio universal masculino en un país importante. -
La Convención jacobina (junio 1793—1794)
Los jacobinos dirigieron la etapa más radical de la Revolución Francesa. Se apoyaron en el movimiento popular de los sans-culottes tratando de poner en práctica sus reivindicaciones económicas y sociales. Aprobó una nueva Constitución (junio de 1793). El poder se confiaba a una Asamblea elegida por sufragio universal masculino directo. Reconocía derechos sociales como la atención a los indigentes y contemplaba el derecho al trabajo y a la instrucción. Nunca llegó a entrar en vigor. -
La Convención girondina (1792— junio de 1793)
La primera medida de la Convención será la abolición de la Monarquía y la proclamación de la República el 22 de septiembre. La gran cuestión fue el juicio al rey. Los girondinos querían sólo encarcelarlo, pero se impusieron los jacobinos que deseaban su muerte por traidor. Finalmente, por un voto de diferencia, Luis XVI fue condenado a muerte y ejecutado en el cadalso el 21 de enero de 1793. Este acto supuso la ruptura definitiva entre la Francia revolucionaria y la Europa monárquica. -
Golpe de estado jacobino.
La alianza entre jacobinos y los enragés con apoyo de la Comuna moviliza a las secciones de París contra los líderes moderados de la Convención. Al cabo de tres días de pulso, durante los cuales es acosada por la Guardia Nacional, la Convención cede y pone bajo arresto domiciliario a veintinueve de sus miembros y dos ministros. A los pocos días se aprueba la nueva Constitución republicana, que nunca entrará en vigor. -
Creación del Tribunal Revolucionario.
Las noticias de los reveses militares en Bélgica crean un clima de inquietud e indignación en París. Los diputados se reparten por las secciones para estimular el reclutamiento y se hacen eco de la propuesta de crear un tribunal que juzgue los delitos políticos sin apelación posible. Simultáneamente se amplía la lista de supuestos castigados con la pena de muerte. -
Ejecución de María Antonieta.
La reina depuesta es guillotinada tras un simulacro de juicio en el Tribunal Revolucionario, durante el que llega a ser acusada de mantener relaciones incestuosas con su hijo. -
Ejecución de los dantonistas.
El Comité compensa su golpe contra el ala izquierda con otro similar contra los llamados «indulgentes», que con Danton a la cabeza y Camille Desmoulins como portavoz periodístico, vienen reclamando el fin de Terror. Junto a ellos serán guillotinados personajes variopintos, como el español Andrés María de Guzmán. -
Ejecución de los herberistas.
En su obsesión por eliminar a las «facciones», el Comité de Salud Pública liderado por Robespierre detiene a los líderes del sector más radical de la revolución, encabezados por Jacques Hébert, editor y redactor del popular diario Le Père Duchesne, e impulsa su condena. -
Golpe de estado de thermidor.
Golpe de estado de thermidor. -
El Directorio (1795— 1799)
El nuevo régimen era una República conservadora, que restringía la participación política a la burguesía adinerada que buscaba el orden y la contención del radicalismo popular a la vez que la garantía de los logros revolucionarios. Ante el peligro de un retorno de la reacción o de un rebrote del terror, el Directorio se vio obligado a recurrir a una dura represión de la oposición y al uso de la fuerza militar. El apoyo del ejército se convirtió en algo decisivo para defenderse. -
El Consulado y el Imperio Napoleónico (1799— 1815)
Respondía a las aspiraciones de la alta burguesía que buscaba estabilidad con el apoyo del ejército. Los franceses, hartos de terror y revolución, querían un hombre fuerte y competente que trajera orden en el interior y paz en el exterior. Napoleón tranquilizó a los notables prometiéndoles restablecer el orden en Francia, respetar la propiedad, institucionalizar los logros revolucionarios y traer la paz en el exterior. -
Napoleón toma el poder.
Tras un año en el que los thermidorianos controlan la Convención, y cuatro de gobierno autoritario a través del Directorio, tiene lugar el golpe de estado del 18 de brumario, en el que el general Napoleón Bonaparte, recién regresado de Egipto, toma el poder como primer cónsul. Francia ya tiene el dictador reiteradamente demandado por Marat. -
El Imperio Napoleónico (1804—1815)
Una nueva Constitución del año XII confirmaba las atribuciones de Napoleón que concentraba los tres poderes, controlando la situación interior gracias a una fuerte censura interna y una policía todopoderosa en manos de Fouché.Francia vivió durante el Imperio una etapa de expansión económica, iniciándose la industrialización, si bien las continuas guerras frenaban el comercio marítimo y colonial. -
La Asamblea Legislativa (1791—1792)
La Asamblea comenzó sus sesiones en octubre de 1791. Estaba compuesta por 745 diputados jóvenes, divididos en monárquicos constitucionales (264), a la derecha, y una izquierda de tendencia republicana (136), compuesta mayoritariamente por moderados girondinos, como Brissot, frente a los extremistas jacobinos. El centro era «La Llanura» (345 diputados), grupo sin una orientación política definida y que oscilaban a uno u otro lado según les convenía.