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MOMENTOS IMPORTANTES DE RUBÉN DARÍO
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PRIMER MOMENTO
Con 14 años empieza su actividad periodística en varios periódicos nicaragüenses. -
SEGUNDO MOMENTO
A los 15 años viaja a El Salvador y es acogido bajo la protección del presidente de la república Rafael Zaldívar a instancias del poeta guatemalteco Joaquín Méndez Bonet, secretario del presidente. -
TERCER MOMENTO
Con 19 años, decide trasladarse a Chile, en donde pasa tres años trabajando como periodista y colaborando en diarios y revistas como «La Época» y «La Libertad Electoral» (de Santiago) y «El Heraldo» (de Valparaíso). -
CUARTO MOMENTO
En 1888 publica en Valparaíso el poemario «Azul», considerada como el punto de partida del Modernismo. Esta fama le permite obtener el puesto de corresponsal del diario «La Nación» de Buenos Aires. -
QUINTO MOMENTO
En 1914 se instala en Barcelona, donde publica su última obra poética de importancia, «Canto a la Argentina y otros poemas». Al estallar la Primera Guerra Mundial viaja a América y, tras una breve estancia en Guatemala, regresa definitivamente a León (Nicaragua), donde fallece -
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PRINCIPALES LIBROS
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SONATINA
“Sonatina” es un poema que habla de los anhelos de una princesa encerrada en un palacio, presa en su jaula de oro, que sueña con otros mundos, otras latitudes, que desea que un príncipe venga a rescatarla de esa realidad que rechaza. -
EL REY BURGUÉS
En el cuento “El Rey Burgués”, el escritor Rubén Darío expresa la forma que tenía el mundo de ver a los poetas modernistas, a los cuales nadie los entendía en realidad y sus cualidades pasaban desapercibidas y a la misma vez eran muy criticadas por la sociedad. -
EL PÁJARO AZUL
El tema central del cuento “ El pájaro azul” es el amor suprimido y la incomprension de adultos a los jóvenes poetas. Darío consideraba que Garcín estaba loco por su manera de pensar, actuar, y por sus cambios de humor. También porque incluso afirmó que en su cabeza había un pájaro azul. -
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UN POEMA
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VENUS
En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.
A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,
que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín,
o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría,
triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.