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Mi nacimiento
Nací en la casa de la abuela de mi dueña, una mujer que dedicó su vida a su mercería en Donostia, con una gran pasión por la costura. Antes de ser yo, no era más que unas simples tiras de lana, pero sus manos hicieron magia y me dieron forma y vida, permitiéndome viajar y vivir grandes experiencias rodeado de cariño. Mi historia empezó 9 meses antes de la llegada de mi dueña al mundo. Mi creadora se emocionó tanto con la noticia del embarazo que ese mismo día fue a comprar lana blanca y azul. -
El día que conocí a Leire
La abuela me terminó de tejer en dos días, pero tuvo que esperar hasta entregarme a su nieta. Recuerdo que el 26 de abril la llamaron para decirle que su nuera había roto aguas y que iban al hospital. Llena de ilusión y nervios, la abuela esperó pacientemente la llamada de la mañana siguiente, que le confirmó el nacimiento. Unas horas después, mi creadora y yo fuimos a conocer a Leire y a entregarme a ella para no separarnos más. A los padres les hizo mucha ilusión verme abrigando a su pequeña. -
Mi primera vez en Anoeta
A pesar de que en casa siempre veía los partidos de la Real, fue muy especial la primera vez que pisé el estadio con Leire y su padre. ¡Fuimos a ver un partido contra el Osasuna y ganamos 2-0! Desde ese día, fui yendo de vez en cuando a Anoeta, y nos lo pasábamos en grande. Pero desde el día en que hicieron socia a Leire con 6 años (temporada 2008/2009) no he dejado de ir ni una sola vez a animar a nuestro equipo. -
Ascenso a Primera División
La Real se impuso al Celta de Vigo y certificó de forma matemática el ascenso a Primera División. Leire, como todos los partidos, me llevó atado al cuello. La celebración posterior al partido fue inolvidable, y mi dueña aún recuerda con muchísima nostalgia ese día tan especial; le encanta ver los vídeos que su padre grabó con la grabadora en el estadio, en los que sale saltando de alegría y cantando mientras me agitaba al aire eufórica. -
Final Copa del Rey 2019-2020
Recuerdo que la familia de Leire ya había reservado la estancia en el camping de Sevilla desde que la Real se clasificó para la final. Pero llegó el Covid-19 y no pudimos ir al tan ansiado viaje. El partido se aplazó un año y se jugó a puerta cerrada, sin la presencia de las aficiones para apoyar, divertirse y celebrar en el estadio. Las semanas previas fueron de nervios, pero el resultado, tras un año de espera y ansia, fue inmejorable. Y, como siempre, ahí estuve yo, mano a mano con Leire. -
PSG-Real Sociedad (Octavos Champions League)
Leire realizó un viaje con muchos de sus amigos a París para ver el partido de octavos de la Champions League. Y, por supuesto, no se olvidó de mí, porque fui lo primero que metió a la maleta. Fuimos en TGV desde Hendaya y el tren iba abarrotado de aficionados de la Real. Fue un viaje muy emocionante porque era mi primera vez yendo a un partido de Champions. Aunque el resultado fuese negativo, Leire estaba muy orgullosa de su equipo porque hizo un grandísimo partido y tuvieron muchísimo mérito.