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Los adioses

  • Despedida

    Comenzó a
    llover, y aunque sentía miedo ante tu inminente partida, me alegré
    de que esta despedida estuviera acompañada de la lluvia. Traté de
    memorizarte para todos los días que se avecinaban y en los que
    solo tendría esa borrosa imagen para intentar llenar los huecos que
    habrías de dejar en mi interior.
  • Recordando lo ultimo que pase con esa persona

    empezamos a llamarnos por esos nombres.
    Jugábamos con nuestras identidades dobles todas las noches,
    cuando chateábamos sin falta entre las nueve y las once. Dejabas
    de ser Violeta para convertirte en mi fiel e incondicional amigo,
    y yo en tu magnífico genio. Así comenzó el mayor esplendor de
    nuestro tiempo juntas
  • texto de la carta

    Solo quiero olvidarte, dejarte olvidarme, prefiero padecer un
    dolor incesante de mi fatigado corazón.
    . El cielo despejado me hace
    sentir que no me encuentro en la realidad.
    Los adioses vienen y van destruyendo amores y promesas, desenhebrando
    la amistad y confirmando nuestra absurda pequeñez en
    este mundo donde no somos más que un par de piezas acomodadas estratégicamente
    reflejando en su perfección lo que fue nuestra historia, sin que
    ya no quede nadie que la recuerde.