La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución liberal. La Constitución de 1812.

  • Reinado de Carlos IV

    Carlos IV estaba poco interesado por los problemas de gobierno. Durante su reinado, se manifestaron las contradicciones económicas del Antiguo Régimen y la economía del Estado era insostenible. Reinó hasta 1808.
  • Inicio de la Revolución Francesa.

    Esta revolución produjo una reacción inmediata en España: las autoridades temían que se extendiese. Los ilustrados españoles no eran partidarios de ella, sino de reformas dentro del Antiguo Régimen.
  • Guerra contra la Francia Revolucionaria

    Tras la ejecución de Luis XVI, España rompe lazos con Francia y le declara la guerra. Godoy llega a un acuerdo con los franceses en la Paz de Basilea, en 1795.
  • Tratado de San Ildefonso

    Un año después de la Paz de Basilea, Godoy firmó este pacto para restaurar la alianza franco-española para luchar contra Inglaterra.
  • Primeras medidas desamortizadoras. Creación de la Caja de Amortización.

    El Estado vendió bienes de los organismos eclesiásticos de beneficencia. Se trata de la primera venta de propiedades de la Iglesia en beneficio del Estado. El destino fue atender el pago de la deuda creciente.
  • Batalla de Trafalgar.

    Francia e Inglaterra firmaron la paz de Amiens pero enseguida reanudaron sus hostilidades y España se vio envuelta en otra guerra no deseada. Sus tropas cayeron destrozadas en la batalla de Trafalgar ante la escuadra del almirante Nelson. Así, las posesiones americanas quedaban incomunicadas y el hundimiento económico de España se hacía imparable.
  • Tratado de Fontainebleau.

    Tratado por el que Godoy autorizaba el acantonamiento de tropas francesas en España con el objetivo de una nueva campaña de conquista y reparto de Portugal.
  • Motín de Aranjuez.

    Tras el tratado de Fontainebleau, Godoy se encontraba en una situación delicada que favoreció el asalto al poder del príncipe Fernando. Todos los simpatizantes del heredero organizaron el motín cuyo resultado fue la caída de Godoy y la forzada abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.
  • Guerra de la Independencia.

    Los levantamientos de mayo de 1808 degeneraron en guerra, que duraría hasta 1814. Se generalizó por todo el territorio español a lo largo de cinco años. Fue una guerra nacional y popular, pero no revolucionaria.
  • Abdicaciones de Bayona

    Napoleón no reconoció a Fernando. El emperador (ya con sus tropas en Madrid) intervino forzando a padre e hijo a arreglar sus diferencias. Napoleón no esperó más y obligó a ambos a traspasarle el trono, que, a su vez, entregaría a su hermano José Bonaparte en las abdicaciones de Bayona.
  • Constitución de Bayona

    Fue promulgada por el rey José para hacer más atractivo su gobierno. Ofrecía un renovado aire liberal que cuestionaba los fundamentos del Antiguo Régimen. Sin embargo, debido a la guerra, este texto no se puso en práctica.
  • Dificultades para el ejército francés. Batalla de Bailén.

    (mayo-octubre)
    La inesperada resistencia de los españoles desbarató, en un primer momento, los proyectos de Napoleón. El ejército de Dupont, encargado de dominar Andalucía, se estrelló contra las milicias del general Castaños, teniendo que rendirse en Bailén. Esto alcanzó una gran repercusión internacional, al tratarse de la primera derrota en tierra de un ejército de Napoleón.
  • Junta Central

    Con el vacío de poder, los ciudadanos más prestigiosos establecieron las juntas provinciales, que legitimaban su autoridad en nombre del rey ausente. Los delegados de las juntas provinciales establecieron bajo la presidencia de Floridablanca, la Junta Central Suprema, que se erigió como el máximo órgano gubernativo.
  • Hegemonía francesa

    La reacción francesa estuvo impulsada por el deseo de Napoleón de aplastar definitivamente la resistencia española.
    El avance francés fue tan contundente que en pocas semanas, José Bonaparte volvió a la capital de España, mientras que la Junta Central debía abandonar la Meseta para buscar refugio en Sevilla y luego en Cádiz.
  • Cortes de Cádiz

    Unos pocos ilustrados pretendían implantar en España las mismas ideas que, en Francia, habían supuesto una verdadera revolución burguesa. La oportunidad llegó cuando las derrotas militares desacreditaron a la Junta Central Suprema, que, refugiada en Cádiz, dio paso en Enero de 1810 a una regencia colectiva, una especie de gobierno provisional compuesto por cinco miembros muy conservadores pero sometidos a la presión ambiental de la ciudad.
  • Aprobación de la Constitución.

    Los diputados de Cádiz aprobaron una Constitución, la primera de la historia de España, que resumía su labor legisladora y establecía las ideas y el lenguaje del liberalismo español. Es un texto muy extenso por el deseo de los legisladores gaditanos de evitar interpretaciones contrarias al espíritu de la Constitución.
  • Ofensiva de los aliados y derrota de los franceses.

    En primavera de 1812, la guerra dio un giro definitivo. Napoleón tuvo que mantener en España un importante conjunto de tropas, cada vez más necesarias en el frente de Rusia. La retirada de efectivos podía llevar a los franceses al desastre, como ocurrió en julio de 1812 cuando el general Wellington, al frente de tropas inglesas, portuguesas y españolas, y ayudado por las partidas guerrilleras, derrotó a los franceses en Arapiles; los expulsó en Andalucía y entró en Madrid. José I dejó Madrid.
  • Tratado de Valençay.

    Derrotado, Napoleón devuelve la corona de España a Fernando VII por el Tratado de Valençay.
  • Reinado de Fernando VII.

    Fue un monarca idolatrado, temido y odiado por diversos sectores sociales. Tras su retorno en 1814, buscó asesoramiento y apoyo en los sectores más reaccionarios del país. Gobernó rodeado de una camarilla de amigos, confidentes y compaéros de correrías.
  • Fernando VII vuelve a España. Manifiesto de los persas.

    Aunque acabó la guerra, el pueblo estaba sometido al enfrentamiento político entre liberales y absolutistas. Mediante el Manifiesto de los Persas, rechazó de forma rotunda la legislación gaditana.
  • Trienio liberal.

    El comandante Rafael Riego, al frente de unas tropas dispuestas cerca de Cádiz, se levantó a favor de la Constitución de 1812. El pronunciamento encontró apoyos en otros lugares de la península, que hicieron ver a Fernando VII que debía aceptar el régimen constitucional. Mientras tanto, nacían juntas liberales que dirigían los ayuntamientos según el modelo de 1808 hasta la reunión de las Cortes. Así, comenzaba la segunda experiencia revolucionaria española, que duró tres años y fracasó.
  • Invasión de los “Cien mil Hijos de San Luis”.

    Un ejército francés, denominado "Cien mil Hijos de San Luis", respaldado y financiado por las potencias absolutistas de Europa, entró en España con el fin de abastecer a Fernando VII en su soberanía.
  • Reacción absolutista. Década absolutista u ominosa.

    Desde 1823 hasta su muerte en 1833, Fernando VII gobernó como monarca absoluto. Para vengarse de los liberales, desató una durísima represión. La iglesia pregonó su influencia y la vuelta a la normalidad religiosa. A partir de 1830, el triunfo del liberalismo en Francia ofrecía la posibilidad de un acercamiento físico a España.
    Por otro lado, tras la muerte del rey, hubo dos bandos: los carlistas (partidarios de su hermano) y los isabelinos (partidarios de su hija Isabel).
  • Creación del Consejo de Ministros.

    La nueva restauración absolutista de Fernando VII significó, como la anterior, el restablecimiento parcial del Antiguo Régimen, aunque la experiencia del trienio aconsejaba abordar los problemas del país con elementos diferentes e introducir algunas reformas para lograr la colaboración de los antiguos ilustrados y de los partidarios de un liberalismo templado. Se creó en 1823 el Consejo de Ministros, órgano de consulta del monarca, en quien descansaba el poder ejecutivo.
  • Revuelta de los agraviados o “malcontents”.

    El descontento de los ultrarrealistas se tradujo en revueltas desorganizadas, pero a partir de 1826, el movimiento adquirió más fuerza y se identificó con la figura de Carlos María Isidro, hermano del monarca y su supuesto heredero, por falta de descendencia real. La rebelión de los malcontents triunfó en zonas rurales de Cataluña, pero se mostraba incapaz de conquistar ciudades.
  • Publicación de la Pragmática Sanción de 1789.

    El rey Fernando VII había hecho publicar la Pragmática Sanción, redactada por las Cortes en 1789, que restablecía la sucesión tradicional de la monarquía hispana permitiendo reinar a las mujeres. La exclusión del trono del ultrarrealista Carlos María Isidro significaba un triunfo de los círculos moderados y liberales encubiertos de la corte, que se reunían en torno a la reina María Cristina con el fin de promover una cierta apertura del régimen.
  • Nacimiento de la infanta Isabel.

  • Fusilamiento de Torrijos

    José María Torrijos y cuarenta y ocho de sus compañeros cayeron en una emboscada cuando el general pretendía desembarcar en las costas de Málaga para iniciar una nueva sublevación. Tras esto, pasó a formar parte de la galería de héroes de la libertad, tan admirada por el Romanticismo naciente.
  • Muerte de Fernando VII. Regencia de Maria Cristina. Estallido de la Guerra Carlista.

    Tras la muerte del rey, la reina María Cristina encargó formar el gobierno a Cea Bermúdez, partidario de algunas reformas liberales. Sin embargo, el absolutismo monárquico estaba muy presente en la ideología carlista. Carlos reconoció los fueros, con lo que atrajo a la población norteña. Aun así, no consiguió atraer a la burguesía ni al proletariado. La guerra duró hasta 1840 con la victoria de los isabelinos.