La Evolución

Australopithecus (3.9 MA)

9 BCE

Habitaron en África. Por lo general, eran delgados y pequeños, siendo los machos más grandes que las hembras. Su dieta se basaba en plantas y frutas. El tamaño de su cerebro era similar al de los simios actuales, aunque la característica más importante de estos primates es sin duda su bipedestación, la cual les les llevó a desarrollar otras muchas características.

Kenyanthropus platyops (3.5 MA)

8 BCE

Especie de homínido de la que se encontró un cráneo fósil en 1999. Posee rasgos faciales planos y delicados, y dientes relativamente pequeños, lo que indica que su dieta se basaba en frutos, larvas, pequeños mamíferos y aves. Los científicos proponen definir el género Kenyanthropus, pues el cráneo encontrado es una mezcla de rasgos de Australopithecus y Homo

Paranthropus (2.6 MA)

7 BCE

Desciende probablemente del género Australopithecus, no obstante, algunos científicos no lo consideran un género diferenciado.
Algunas característica son su rostro cóncavo, o sus mandíbulas profundas.

Homo habilis (2.4 MA)

6 BCE

Fue antecesor del hombre extinto que vivió en África hace 2.4 millones de años. Los científicos concluyeron que era capaz de hacer presión de agarre para realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de piedra, y de ahí su nombre, “habilis”.
Empezaron a vivir en cuevas, y gracias a la bipedestación, hubo un gran desarrollo cultural.

Homo ergaster (1.8 MA)

5 BCE

Habitó en lugares como Etiopía o Kenia. Fue el primer homínido en establecer relaciones sociales complejas mediante un lenguaje oral articulado, sin embargo, no tenían capacidad pensamiento a largo plazo dada su corta vida.
Su constitución era similar a la del Homo Sapiens, solo que con una complexión por lo general más robusta.

Homo erectus (1.8 MA)

4 BCE

Su nombre proviene de “hombre erguido” ya que caminaban totalmente derechos.
Su cerebro creció bastante (entre 800 y 900 cm3), al igual que su estatura, que pasó a ser de entre 1.60 m y 1.80 m.
Aunque lo más importante es probablemente la capacidad que desarrollaron para dominar el fuego, lo que provocó un cambio de dieta, que derivó en un impulso evolutivo enorme.

Homo antecessor (900.000 A)

3 BCE

Ya contaba con una cantidad craneal de 1000 cm3, aunque el resto del cuerpo permanecía más o menos igual. Lo importante de esta especie fue en lo que desembocó.

Homo neanderthalensis (230.000 A)

2 BCE

Volvemos a ver un aumento de la capacidad craneal, que pasa de 1000 a 1500 cm3.
Eran bastante corpulentos, fuertes y pesados. Su gran robustez les permitía retener el calor y podían habitar en climas fríos.
Su extinción, aproximadamente hace 40.000 años, está sometida a debate, ya que se contemplan diferentes teorías de la desaparición de este homínido:

Homo sapiens (200.000 A)

1 BCE

El Homo sapiens es la especie a la que pertenecemos.
Una de sus características más notables es el tamaño del cerebro, entre 1.500 y 1.600 cm3. La capacidad para asociar ideas y el habla se debía a su arquitectura craneal, y le dio ventaja frente a las otras subespecies de Homo sapiens con las que llegó a convivir y sobre las que genéticamente acabó imponiéndose.