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Prominencia del amor romántico XVIII-XIX
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Comienzo del ocio
Aumentan el numero de salones de baile, parques de diversiones y cine. -
Secularizaciòn del amor
Se comienza a representar al amor como un elemento importante en la búsqueda de la felicidad. -
Nuevas tecnologías
El teléfono, máquina de escribir, radio, fonógrafo y cine. Todas estas tecnologías contribuyen a transformar el sentido del amor que comienza a incorporarse ala cultura emergente de los medios de comunicación y mercado masivo. -
Principios del amor engrandecido y capitalizado
Creciente visibilidad de la conducta romántica (besos, contacto sexual sin coito en espacios públicos) Conducta totalmente opuesta a la moral victoriana -
Consolidación de la industria del ocio.
Que ayuda a generar el nuevo sentido del amor. -
Cuatro elementos románticos
La convergencia del realismo en la fotografía publicitaria y el cine, el uso generalizado de los primero planos, la presentaciòn de los astros hollywoodenses como símbolos de perfecciòn romántica y la (estereo) tipificación de las fotografías románticas ayudan a intensificar los mecanismos de identificación con los ídolos románticos. -
Espacio Heterosexual
Se dejan las buenas constumbres victorianas y pasan a citas románticas, contacto físico sin coito, como formas aceptadas de exploración sexual previa al matrimonio. -
El amor en el cine
El tema es más importante que el sexo o la violencia -
AMOR Y CINE
Una vez que el cine descubre el amor "se aferra a él" -
El efecto de las películas románticas sobre los adolescentes.
El sociólogo Herbert Blumer realiza un estudio para detectar el efecto de las películas en los jóvenes. El autor les pide que describan lo que aprendían de las películas. Los relatos autobriográficos que surgieron de esas entrevistas indican que la visualización cumplía una función muy importante en el imaginario romántico de los jóvenes. -
Industria del cine
El amor es el tema más importante aún es este año. Se representa en casi todas las películas de Hollywood -
Los gastos del ocio
En este año un estadounidense gastaba el 8% de sus ingresos en bienes y servicios de recreación.