Filósofos Presocráticos

Tales de Mileto (624-546 a.C.)

624 BCE

Tales es considerado el primer filósofo griego. Creía que el agua era el principio (arjé) fundamental de todas las cosas. Pensaba que todo lo que existe proviene del agua y retorna a ella.

Anaximandro de Mileto (610-546 a.C.)

610 BCE

Discípulo de Tales, propuso que el arjé no era algo material como el agua, sino lo indeterminado o "ápeiron". Este principio ilimitado y eterno, según él, es lo que origina todas las cosas y regula el ciclo de su destrucción.

Anaxímenes de Mileto (585-528 a.C.)

585 BCE

Discípulo de Anaximandro, afirmó que el arjé era el aire. Consideraba que el aire, a través de procesos de condensación y rarefacción, daba origen a todos los demás elementos y a la materia en general.

Pitágoras de Samos (570-495 a.C.)

568 BCE

Fundador del pitagorismo, creía que el principio fundamental del universo era el número. Pitágoras y sus seguidores pensaban que el mundo podía explicarse a través de relaciones matemáticas, y que los números eran la esencia de todas las cosas.

Heráclito de Éfeso (535-475 a.C.)

535 BCE

Heráclito afirmaba que el cambio es la esencia del universo, resumido en su famosa frase "todo fluye". Consideraba que el origen de todo era el fuego, un símbolo del constante devenir y transformación en la naturaleza.

Parménides de Elea (515-450 a.C.)

515 BCE

Parménides rechazaba el cambio como una ilusión. Para él, el ser es uno e inmutable. Afirmaba que solo el "ser" existe verdaderamente, y que el cambio y la multiplicidad son ilusiones de los sentidos.

Anaxágoras de Clazomene (500-428 a.C.)

500 BCE

Sostenía que todo está formado por una infinita cantidad de partículas diminutas, llamadas "semillas" o "homeomerías". Además, propuso la existencia del Nous (Mente) como una fuerza cósmica que organiza y dirige estas partículas en la formación del universo.

Empédocles de Agrigento (495-435 a.C.)

495 BCE

Empédocles propuso que el universo está compuesto por cuatro elementos eternos e inmutables: tierra, agua, aire y fuego. Estos elementos se mezclan y separan bajo la influencia de dos fuerzas cósmicas: el amor (unión) y el odio (separación).

Demócrito de Abdera (460-370 a.C.)

460 BCE

Padre del atomismo, Demócrito enseñaba que todo está compuesto por átomos, partículas indivisibles e inmutables que se mueven en el vacío. Estos átomos se combinan para formar la materia, y todo fenómeno natural puede explicarse por sus movimientos y choques.