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Paradigma positivista
Su aparición se sitúa en el siglo XIX y principios del XX. Se basa en la teoría positivista del conocimiento. Su acuñamiento se le atribuye a A. Compte y podemos citar entre sus representantes otros autores como Durkheim, Mill, Popper, etc. (Ricoy, 2006)
El positivismo se inició como un modelo de
investigación en las ciencias físicas o naturales
y posteriormente se lo adoptó en el campo de las
ciencias sociales (Ricoy, 2006) -
Positivismo
Según Hernández, Fernández y Baptista (2010) es Augusto Comte quien bautiza el nacimiento del
positivismo, cuando en 1849 publica su Discurso sobre el espíritu positivo, lo cual genera el gran comienzo del paradigma positivista en la
investigación. (Ramos, 2015) -
El positivismo
El positivismo influyó en Marx, Engels o Durkheim, en 1925 se gestó otro movimiento en Viena denominado neopositivismo del cual surgió el denominado Círculo de Viena, o Positivismo lógico, en la cual la tesis central de sus miembros fue que la ciencia era la única forma de conocimiento y que existía que pudiera ser conocido fuera de lo que podría ser conocido científicamente. (Guamán et al., 2020) -
Paradigma crítico
Este paradigma es introducido por la Escuela de Frankfurt en busca de una alternativa al positivista e interpretativo. Cuenta entre los autores representativos (ya clásicos): Horkheimer, Marcuse, Appel y Habermas, Giroux,
Car y Kemmis, Freire, etc. -
Paradigma crítico
Los sujetos mantienen un diálogo bidireccional continuo y plural, reflexionando individual y colectivamente en busca de su propia identidad. Así
se entiende que “todos juntos colaboran en el descubrimiento de las verdades y su realidad reflexionan sobre ellas y actúan sobre las mismas (...) la realidad no está en el mundo, sino con el mundo”. (FREIRE, 1980, p. 7-8). (Ricoy, 2006) -
Paradigma positivista
Best (1981) reconoce el control o manipulación que se da sobre las variables, estímulos o condiciones ambientales, dirigiéndose el enfoque hacia las relaciones de causa-efecto. Con todo, este autor ensalza la exactitud para descubrir y desarrollar un cuerpo de conocimiento generalizable a un amplio sector de la población. (Ricoy, 2006) -
Paradigma crítico
El paradigma crítico goza de un enfoque cualitativo con connotaciones interpretativas que permiten profundizar en la investigación desde una perspectiva holística, atendiendo a la propia significatividad del contexto real en que se encuadre
(YIN, 1987). Aunque no es sencillo conjugar la diversidad de criterios a tener en cuenta, resulta una opción valiosa en la investigación. (Ricoy, 2006) -
Paradigma positivista
Usher y Bryant (1992) lo caracterizan como el paradigma de las ciencias naturales con unos determinados supuestos básicos:
Mundo real independiente: Existe un mundo exterior ajeno a los individuos.
Conocimiento empírico: Se obtiene mediante métodos empíricos y sin juicios de valor.
Objetividad: El conocimiento es cuantificable y medible.
Eliminación de sesgos: Es crucial evitar sesgos para reflejar la realidad auténtica. (Ricoy, 2006) -
Paradigma interpretativo
Max Weber (1944) -cuya teoría esta en el origen y consolidación del paradigma interpretativo
(Vasilachis de Gialdino, 1994)- privilegia la explicación interpretativa frente a la provista por la
observación y rechaza toda concepción monista, reduccionista y carente de conciencia crítica.
Promueve una ciencia social que tiene como objetivo comprender la realidad de la vida que nos
circunda y en la cual estamos inmersos en su especificidad (Max Weber, 1978). (Vasilachis, 2002) -
Paradigma interpretativo
Se ha dicho que se presentaba como una alternativa a las limitaciones del paradigma positivista en el campo de las Ciencias Sociales y de la Educación,
al considerar las diferencias de éstas con relación a las Ciencias Naturales. (Ricoy, 2006) -
Paradigma interpretativo
Este paradigma tiene sus antecedentes históricos en la fenomenología, el interaccionismo simbólico interpretativo, la etnografía, la antropología, etc. Sus impulsores surgen de la escuela alemana y se considera a Husserl su fundador. Entre sus autores más representativos están: Dilthey, Baden, Berger, Shutz, Mead, Blumer, Lukman, etc. (Ricoy, 2006)