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Inicios deportivos.
Mi papa quien la bicicleta lo enamoro en un principio como simple afición. Me enseño que era un deporte rudo, donde el sufrimiento era la base e ignorando que se convertiria en un estilo de vida para mí. -
Una primera vez!
Fue algo realmente especial el ver ganar, el ver alzar los brazos a mi papa en una carrera. Nunca olvidare lo feliz que fuí al verlo pasar en primer lugar. Esto significo que quisiera hacer lo mismo que él hacía. -
Felicidad total.
El acompañar a papá a sus pruebas era algo especial, las personas saludandólo, la afición por las calles, la adrenalina de verlo pasar cada vez más rápido, el estar en "familia", luego el ir almorzar juntos, son de los recuerdos más maravillosos que tengo. -
Una gran historia comienza.
La primera vez que papá me llevo a una pista de bicicross, con miedo de caer, pero a la vez de correr cada vez más rápido, fué de las sensaciones que experimente a mi temprana edad. Recuerdo andar en bicicleta desde los dos años y hasta entonces no lo reemplazaria por nada del mundo. -
BMX Algo ortodoxo
Y así fue como comence a competir en bicicross, siempre dando lo mejor de mí, siempre con la motivación de mi familia, siempre acompañado por mi heroe "papá" dando grandes pasos en mi bicicleta y conociendo lugares increibles. -
De rama en rama!!
Y sí; del bmx dí el paso a la ruta, rama del ciclismo que por naturaleza es de las más duras del planeta, andar horas y horas en una bicicleta, solos y agonizando bajo el sol, bajo la lluvia durante siete días de la semana...Quien lo creería. Mi heroe sin capa mi papá quien desde pequeño yo lo veia montar su bicicleta había echo de mí una persona de bien y un enamorado por ese deporte. Asi comenzaba mis pequeños pasos en las rutas. -
Un bronce con sabor a oro!!
De mis mayores logros, el haber conquistado una medalla en un campeonato nacional aqui en mi Colombia querida, en dónde por excelencia es tierra de grandes campeones y claro acompañado siempre de mi familia y mi heroé sin capa "papá". -
¡Wilmar Castro!
He conocido muchisimos lugares, viaje a paises a los que nunca imagine llegar y mucho menos sobre una bicicleta. Y bendito mi Dios por permitirme disfrutar de tanto ciclismo, antes, ahora y que espero seguir disfrutando en un futuro. -
Gracias papá.
El simple echo de ver esos ojos de felicidad, alegria, de ver que enorgullecí a mi papá fue una recompensa a tantos años de sacrificio, siempre le estare agradecido a mi viejo querido por ser el hombre que soy y en lo que me converti gracias a él, a su amor, dedicación y paciencia, a eso que él me heredo y que con trabajo logré conseguir. Solo queda dar gracias por tantos años maravillosos sobre una bicicleta.