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Mi nacimiento
Todo empezó cuando Leonor se aficionó a la repostería en la casa familiar de Casa Rosa, Paterna del Madera. Su pan dulce se hizo especialmente famoso en el pueblo, así que decidió anotar su receta en un papel. Así, nací yo, siendo solo un papelito. -
Me convertí en una caja azul
Leonor me fue añadiendo, a lo largo de los años, más y más recetas, de modo que empezó a ser complicado mantenerme quieto en un sitio sin que me mezclara con otros papeles. Además, escuché que mi madre se mudaría a Atxondo y que me llevaría con ella (por suerte). Para que no me perdiera por el camino, decidió guardarme en una caja de galletas. Me convertí, entonces, en una caja azul. -
Mi nueva madre
Mi madre tuvo tres hijos más. Como yo era el mayor y, además, ya no tenía mucho tiempo para cuidarme y alimentarme, decidió que lo mejor sería que me mudara con Azucena: mi nueva madre. Ella era la prima menor de Leonor. Aún era joven y tenía mucho tiempo para cocinar y tomar nota de los ingredientes, así que, como oía decir a la abuela de la familia, pegué el estirón. -
Mi paso por el quirófano: metamorfosis
Hace poco, Azucena decidió hacer un regalo a su hija Laura. ¡Creí que me volvían a cambiar de madre! Pronto me di cuenta de que, en realidad, Azucena tan solo quería lo mejor para mí: que no me descompusiera y que viviera lo máximo posible. De este modo, dejé de ser una caja y me convertí en un libro: me cosieron a un costado y una máquina me tatuó rapidísimo las recetas. Ahora, Laura me tiene guardado en su estantería junto a otros libros.