Desarrollo Prenatal - Isabel Estrada

  • Primer mes

    Primer mes
    En este primer mes el embrión es solo un grupo de células. Aproximadamente, unos ocho días después de la ovulación el embrión se implantará en el útero y comenzará la liberación de la hormona hCG, que es la que se usa para detectar el embarazo. Precisamente debido a esta hormona, algunas mujeres pueden empezar a experimentar algunos síntomas leves como fatiga, cambios de humor o incluso pequeños sangrados, que pueden confundirse con el inicio de la menstruación.
  • Segundo mes

    Segundo mes
    A medida que el segundo mes comienza, tiene lugar la gastrulación: las células del disco embrionario dan lugar a 3 capas (ectodermo, mesodermo y endodermo) que forman los órganos. Se forman el sistema nervioso central, ojos, orejas y órganos como el corazón (que ya empieza a latir), riñones, cerebro, pulmones y sistema digestivo. Aunque todavía es diminuto, el embrión se convierte en feto y ya se mueve, aunque la madre no lo note. La mamá puede notar síntomas como náuseas y vómitos.
  • Tercer mes

    Tercer mes
    El inicio del periodo fetal, en el que el bebé crece hasta los siete u ocho centímetros. Este mes marca un momento crucial en su desarrollo. El sistema nervioso central se desarrolla rápidamente y el feto comienza a mostrar reflejos. Los rasgos faciales empiezan a definirse. Los órganos siguen formándose. Los dedos de manos y pies se separan y se forman las uñas.
  • Cuarto mes

    Cuarto mes
    El feto experimenta un crecimiento rápido y significativo. Se cubre de lanugo, un fino vello sobre la piel que le permitirá conservar el calor corporal. Su tamaño se vuelve más evidente y la madre puede empezar a sentir los primeros movimientos, un momento emocionante. A pesar de mantener los ojos cerrados, la forma de la cara ya está definida y se distingue el cuello. Surgen las huellas dactilares. Alcanza ya los 18 centímetros y unos 100 gramos de peso.
  • Quinto mes

    Quinto mes
    Durante este período los sentidos del bebé se despiertan y se agudizan. Los oídos se desarrollan lo suficiente como para que pueda escuchar los sonidos del exterior, incluida la voz de la madre. Las cavidades cardíacas (aurículas y ventrículos) se delimitan y el corazón late con fuerza. Algunas mujeres comiencen a secretar por los pezones un líquido amarillento, casi transparente, llamado calostro.
  • Sexto mes

    Sexto mes
    Continúa creciendo, llegando a medir de 25 a 35 centímetros, y alcanzando incluso unos 750 gramos. Su actividad también aumenta. Los movimientos fetales se vuelven más perceptibles y puede responder a estímulos externos, como la luz o el sonido. Se forman cejas, cabello y pestañas, y la piel se opaca. Experimenta gestos, abriendo y cerrando los ojos o sacando la lengua. Las proporciones corporales tienden a igualarse, con lo que el tamaño de la cabeza ya no destaca tanto.
  • Séptimo mes

    Séptimo mes
    Comienza el último trimestre. El feto acumula grasa bajo la piel, lo que le ayuda a regular la temperatura, y su esqueleto se fortalece. Los órganos internos siguen madurando y el sistema inmunológico se refuerza. La madre puede notar un aumento de peso y movimientos fetales más intensos. El espacio en el útero se reduce, lo que provoca mayor frecuencia urinaria y sensación de falta de aire.
  • Octavo mes

    Octavo mes
    El bebé está casi completamente formado y continúa acumulando peso: alcanzará cerca del 50% del total que tendrá al nacimiento. Aunque esté prácticamente formado, sus pulmones aún no son maduros. Durante este período, se coloca en posición de nacimiento, generalmente con la cabeza hacia abajo. Es posible que tenga contracciones de Braxton Hicks: sensaciones de tensión y relajación del útero que ayudan a preparar el cuerpo para el parto. El cansancio aumenta.
  • Noveno mes

    Noveno mes
    En el último mes del embarazo, el bebé está totalmente formado y listo para el nacimiento. Puede medir 50 cm, con un peso de unos 2.500 g. El bebé encaja su cabeza en la pelvis. Su piel es más suave, gracias a la grasa que ha ido acumulando y a que el lanugo ha ido desapareciendo. Se mueve menos debido a su aumento de tamaño y de peso. Pero la mamá no debe pasar ni un solo día sin que sienta sus movimientos, que serán más bruscos, como si fuesen patadas, ya que el bebé tiene poco espacio.